La cirugía de reemplazo de cadera

Por Blogdefarmacia.com

La cirugía de reemplazo de cadera

Una de las soluciones más drásticas que se pueden intentar en casos de problemas articulares graves sobre la cadera es la cirugía de reemplazo de cadera. Esta intervención quirúrgica se les recomienda especialmente a las personas que sufren de osteoartritis, osteonecrosis o artritis reumatoide. Antes, durante o después de efectuarse una cirugía de reemplazo de cadera se suelen incorporar otras formas de tratamiento. Algunas de las más comunes incluyen la incorporación de muletas o apoyos para caminar (como bastones), la administración de fisioterapia y ejercicios, y la toma de medicamentos analgésicos.

Si bien la cirugía de reemplazo de cadera está indicada para una gran variedad de situaciones, en ciertos casos en particular puede resultar peligrosa. Los pacientes con mal de Parkinson o con altos riesgos de contraer o desarrollar una infección podrían verse perjudicados después de someterse a una intervención quirúrgica de este tipo.

El post-operatorio de una cirugía de reemplazo de cadera no dura más de cinco días. La recuperación total de esta intervención quirúrgica, sin embargo, puede demorar hasta 5 ó 6 meses. Después de efectuarse un reemplazo de cadera es importante estar atentos a la manifestación de distintos síntomas que podrían indicar alguna anomalía en la recepción de la intervención. Algunos de los problemas más frecuentes después de realizarse una cirugía de reemplazo de cadera son la formación de coágulos, las infecciones y el crecimiento de hueso más allá de sus límites esperables. Los pacientes que se someten a una cirugía de reemplazo de cadera, por lo general, recibirán la recomendación de no practicar ciertos deportes o actividades con un nivel de exigencia osteomuscular demasiado alto (por ejemplo, deportes como el tenis o el baloncesto). En su lugar se pueden recomendar actividades más livianas que promuevan la flexibilidad y el estiramiento de los músculos (como el yoga).

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