El boho chic ha regresado con fuerza gracias al impactante debut de Chemena Kamali en Chloé. En marzo, París se rindió ante su colección, evocando los diseños icónicos de Karl Lagerfeld en los 70 y la época dorada de Phoebe Philo a principios de los 2000. Las redes sociales ardieron con la pregunta: "¿Es hora de recuperar mi Paddington?". Este emblemático bolso fue un must-have entre celebridades como Kate Bosworth y Nicole Richie. Si no tienes un Paddington escondido, un bolso vintage como el Columbus de Dior de los 2000 puede ofrecer una experiencia igualmente chic. Este renacimiento subraya la naturaleza cíclica de la moda y cómo las piezas actuales pueden convertirse en el futuro vintage.
Con el auge de la moda de segunda mano, el concepto de 'futuro vintage' está en boca de todos. Este término se refiere a las piezas contemporáneas que, en unos 20 años, serán altamente codiciadas. Julie Ann Clauss, archivista profesional y fundadora de The Wardrobe, sostiene que cualquier pieza que refleje el espíritu de la época y goce de popularidad hoy, tendrá un gran valor en el futuro. Con el rápido ritmo de cambio en la moda, en unos años podríamos exclamar: "¡Eso es tan 2024!".
El Arte de Predecir el Futuro Vintage
Jefferson Ihenacho, fundador de One of a Kind Archive, predice que los vaporosos vestidos de organza de Prada de la temporada primavera-verano 2024 se convertirán en íconos. Los vestidos con cut-outs de Loewe y las gigantescas botas hinchables de Rick Owens también se perfilan como futuras referencias obligadas en los libros de moda. Ihenacho afirma que estas piezas representan sus respectivas temporadas y serán altamente buscadas en el futuro.
Gill Linton, de Byronesque, destaca que una futura pieza vintage debe tener un diseño que trascienda y sea innovador. Aunque siempre habrá un mercado de reventa para los Birkin de Hermès y los 2.55 de Chanel, los expertos buscan rarezas vanguardistas y piezas que sean creativas e inspiradoras. Linton subraya la importancia de apostar por diseños únicos y audaces.
Jonathan Anderson se destaca por desafiar constantemente el canon de la moda. Sus vestidos con peto de armadura y las creaciones Anthurium para Loewe ya están ganando un lugar en los archivos de moda. La camisa de cuadros y los jeans de cuero de Matthieu Blazy para Bottega Veneta, lucidos por Kate Moss, se perfilan como futuras piezas de colección, dada la expectación que siguen generando.
La Persistencia de los Diseñadores Icónicos
El anuncio de Dries Van Noten de dejar su marca homónima provocó un aumento significativo en las búsquedas de sus diseños. Esto aceleró su entrada en la esfera del futuro vintage. Las colecciones de John Galliano para Maison Margiela y los looks de Pierpaolo Piccioli para Valentino también se posicionan como futuros clásicos. Cherie Balch, fundadora de Shrimpton Couture, observa que las creaciones esculturales de Daniel Roseberry para Schiaparelli, lucidas por celebridades como Bella Hadid y Rihanna, ya son altamente buscadas por coleccionistas.
La marca homónima de Phoebe Philo, lanzada en 2023, ya genera gran expectación. Clare Richardson, fundadora de Reluxe, destaca la importancia de invertir en piezas icónicas de la época, como el collar Mum de Philo. Erica Wright, de Sourcewhere, predice que los bolsos Margaux, Everyday y 90s de The Row, junto con la chaqueta Ziggy de Khaite, serán futuros clásicos.
Nuevos Talentos y el Valor de lo Emergente
Diseñadores emergentes como Duran Lantink y Willy Chavarria están captando la atención de los expertos. Lantink, conocido por sus creaciones esculturales con materiales reciclados, ya tiene piezas en prestigiosas colecciones de museos como el Costume Institute del Metropolitan Museum of Art. Gill Linton predice que las innovadoras siluetas y la visión clara de Lantink serán altamente valoradas en el futuro.
Los gustos pueden cambiar drásticamente. Las colecciones de Yves Saint Laurent y Alexander McQueen fueron incomprendidas en su tiempo, pero ahora son tesoros. Las bailarinas de satén de Miu Miu de la década de 2010 eran asequibles en sitios de reventa. Se volvieron codiciadas tras ser reeditadas para el desfile de otoño-invierno 2022. Jean Paul Gaultier en Hermès es otro ejemplo de cómo las tendencias pueden cambiar con el tiempo.