La cobertura de vacunación de los españoles es alta, pero en los últimos años se ha producido un mayor incumplimiento de los calendarios

Por Fat

Junto con la potabilización del agua y la depuración de las aguas residuales, las vacunas son el método más eficaz para reducir la morbilidad y mortalidad de las enfermedades, mejorar la calidad de vida de las personas y en general, aumentar la esperanza de vida. Recientemente, ha habido un repunte de enfermedades como el sarampión o la tos ferina que parecían controladas. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende reducir para 2015 la mortalidad en menores de 5 años en 2/3 partes con respecto a la del año 1990. En España conviven 19 calendarios autonómicos diferentes sin que existan criterios epidemiológicos para ello, a excepción de la hepatitis A en Ceuta y Melilla. La inclusión de nuevas vacunas debe valorarse dependiendo de varios criterios relacionados con la enfermedad, la vacuna y el impacto sociosanitario. Sin embargo, antes de incorporar una nueva vacuna es necesario disponer de ciertos datos epidemiológicos, como: la incidencia, gravedad, discapacidad y secuelas, mortalidad y distribución geográfica por grupos de edad. La cobertura de vacunación de la población española es muy alta, pero en los últimos años se ha producido un mayor incumplimiento de los calendarios oficiales, relacionado con algunas tendencias antivacunación, por el incremento demográfico y el aumento de ciudadanos inmigrantes de países en vías de desarrollo, que mantienen esquemas de vacunación diferentes y situaciones de ilegalidad administrativa que dificultan el control sanitario. Vacunación frente al virus del papiloma humano En la Unión Europea (UE) el cáncer de cérvix es el segundo más común en mujeres después del de mama. Cada año se registran alrededor de 33.000 casos nuevos y 15.000 muertes por este tipo de tumores. Así lo confirma un documento del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) en 2008. Pediatras, médicos de familia y ginecólogos son los especialistas sanitarios que juegan el papel más activo en la prevención y detección del virus. Sin embargo, al ser un virus de transmisión sexual con un amplio período de latencia entre la infección y la aparición de los síntomas, "complica la actuación de cada especialista", aseguran expertos de la SEPEAP. Además, un estudio de la OMS  considera al cáncer de cérvix y otras enfermedades relacionadas con el VPH como un problema de salud global. Por ello, recomienda que la vacunación rutinaria sea incluida en los programas nacionales de inmunización. Las niñas de 10 a 14 años constituyen la franja de edad ideal para la vacunación rutinaria y según los expertos, "deben ser objeto de atención prioritaria". Según datos de la SEPEAP, "con un 70 u 80 por ciento de la cobertura vacunal en niñas de 12-13 años, la reducción de cáncer cervical en mujeres de 20 a 29 años sería de un 55 y 63 por ciento respectivamente para 2025". Existen vacunas seguras y eficaces capaces de proteger frente a los genotipos 16 y 18, causantes del 70 por ciento de los cánceres de cuello de útero. En este sentido, el principal grupo de vacunación frente al VPH son las niñas preadolescentes antes de que mantengan relaciones sexuales. Sin embargo, según concluye la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), "en España una de cada tres niñas no recibe la pauta completa de vacunación de tres dosis". **Publicado en "EL MEDICO INTERACTIVO"