La cocina de Fernando, Laura y Baldo; igual sí, pero diferente

Por Emmme_studio @emmmestudio

Seguimos con algún que otro retoque y reajuste en la web, poniéndola al día y bien bonita para el verano. Estamos contentas porque creemos que está quedando muy fresquita. Perdonad el caos de estos días.

Pero para endulzar la espera hoy os traemos una cocina de la que os hemos enseñado alguna pincelada en las redes pero que ya os podemos enseñar terminada.

   

En primer lugar agradecerles a Fernando y Laura el haber confiado en nosotras y lo a gusto que hemos trabajado con ellos. Es increíble lo fácil que se hace todo cuando los dos lados ponen de su parte.

Y allá vamos. Ya sabéis que para nosotras y para aplicar nuestra metodología uno de los pasos más importantes es conocer bien al cliente ya que las soluciones serán muy diferentes en función de cada persona. Os ponemos en antecedentes; Laura y Fernando son una pareja que se acaban de mudar a una casa ya reformada pero la cocina no cumplía con sus necesidades así que decidieron ponerse manos a la obra y hacer de aquella cocina, SU cocina.

Así que para que la obra fuese la menor posible y como realmente estaba nuevo y no era necesario tirar todo abajo, vimos que era lo que podía reaprovecharse y se conservó el suelo, las ubicación de las tomas y la iluminación existente (aunque se añadió más).

 


 

Con respecto a la antigua cocina lo que buscaban era integrar cocina-comedor, hacer más espaciosa la cocina,  que fuese luminosa,  pero sobre todo muy funcional y fácil de limpiar. Todo esto sin perder almacenaje e incluyendo una cafetera integrada. Como veis tarea fácil ;)

Mediante los talleres de diseño compartidos en los que nos sentamos todos juntos a ver posibilidades y buscar soluciones  fuimos solventando uno a uno los temas, la verdad es que el proceso con ellos fue rápido; tenían muy claro lo que no querían y estaban abiertos a las propuestas que les hacíamos.

La primera gran duda que tenían era si se podía tirar un muro que separaba la cocina del comedor ya que uno de los puntos de partida era que este espacio quedase integrado. Lamentablemente “ese muro” eran las chimeneas de todo el edificio así que tuvo que quedar quietito en su sitio, pero como muchas veces os decimos, hay que "hacer de los problemas una virtud" y en vez de intentar esconderlos darles protagonismo por lo tanto, en vez de tomárnoslo como una desventaja, le dimos la vuelta y lo convertimos en el eje de proyecto . Así que lo primero que hicimos fue quitarle ese color rojo sangre y pintamos toda la cocina en blanco para ganar en luminosidad. Nos apoyamos en el muro  rodeándolo con la encimera y los muebles de cocina. Así hacia el comedor se creó una barrita que da apoyo a la mesa a la hora de las comidas.  Acompañando a la barra, se colocaron dos estanterías que abrazan al muro y que refuerzan la idea.

   

Para conseguir que la cocina fuese más espaciosa se simplificaron las lineas y se volvieron a modular las columnas de almacenaje(incluyendo la cafetera) para aprovechar al máximo el espacio y además poder retranquearlas ya que había un pilar al que se había alineado la parte trasera de los muebles quedando un espacio perdido entre la pared y los muebles. Esto hacía que se perdiese espacio de pasillo, así que adaptamos las medidas haciendo que fueran estándar y que cupiesen en el hueco hasta el pilar a excepción de un único mueble a medida delante del pilar que se aprovechó para conservas y bricks.

   

Otra de las cosas que se cambiaron fue la campana. Hasta ahora había una campana de superficie y querían una campana integrada en el techo que fuese muy pontente y que quedase limpio visualmente.  Para poder integrarla había que bajar el falso techo y otra vez algo que al principio podía parecer un inconveniente se aprovechó para delimitar la zona de cocinar y para reformar la iluminación. 

   

Con respecto a los materiales y la paleta de colores, nos basamos en lo ya existente y en la búsqueda de la luminosidad y la facilidad al limpiar. Una combinación sencilla pero elegante. 

Jugamos a combinar el gris mate en los muebles bajos con la gola en blanco y para las columnas y los muebles altos a la inversa. Para la encimera elegimos un granito Portobello de Naturamia,  que aunque parezca mármol (preciosiiiiisisimo) tiene  todas las ventajas técnicas del primero. El copete se hizo alto para que protegiese la pared ya que no hay alicatado y el material es Neolith

   

Con respecto a la parte del comedor, buscamos que este pudiera ser versátil y servir tanto para los días de diario como para alguna cena informal. Reutilizamos la mesa y las sillas existentes pero diseñamos un banco que disese más capacidad y que al mismo tiempo sirviese de almacenaje extra.  La encimera que rodea el muro sirve de apoyo a la mesa.

   

La iluminación de esta zona se reforzó con tiras LED para conseguir una atmósfera más relajada y un punto de luz central con una lámpara CAST de la tienda de Deleite Design

   

Pero si hay alguien que sea el protagonista de esta cocina sin dudarlo es Baldo. Baldo es el rey de la casa y su espacio siempre ha estado en el comedor, por lo tanto respetamos su hogar y lo " reformamos" como se merece diseñando un vinilo para que fuese su casita. Además contamos con un lugar para sus comederos integrados en la cocina porque son la típica cosa que tiene que estar pero que como nadie piensa en ello no tiene un sitio.

   

Como veis los pequeños detalles marcan la diferencia y, aunque se conserva la forma de la antigua cocina, la nueva no tiene nada que ver con ella, porque está sí que responde a las necesidades de sus dueños.

Esperamos que os haya gustado y si ya no sois capaces de ver vuestra cocina con los mismos ojos y necesitáis un cambio, contad con nosotras y haremos que deje de ser el espacio de vuestros sueños convirtiéndolo en realidad.

El equipo emmme 

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