¿Os animáis a descubrir conmigo todos sus detalles?
Láminas en blanco y negro, muñecos handmade, lámparas de diseño, muebles retro... sus múltiples detalles no son el secreto mejor guardado de esta cocina, ni siquiera - a pesar de ser tan poco usual para una cocina -, lo es el color rosa elegido para sus muebles. La sorpresa mejor guardada de esta cocina se esconde a los mandos, detrás de los fogones, porque ahí donde tradicionalmente se ubicaba a una linda damisela con mandil de volantes y haciendo cupcakes, la realidad coloca a un padre de familia, con toda la barba. ¡Viva el siglo XXI!
Pär Ottosson, Pappa Pastell para sus seguidores en su blog y en Instagram, es un papá sueco, residente en Malmö, carpintero de oficio, que se autodefine en su seguidísimo perfil de Instagram como "villano barbudo, amante de los interiores y de las habitaciones infantiles". ¿Se le puede pedir más? Pues... si os gustan los chicos con barba, pelo largo y rollo hipster sí que se puede sí; si sois más de chicos afeitados y con el pelo cortado a cepillo, o si os morís por un atractivo calvo como el de la lotería... entonces no. ¿Qué os puedo decir?, ¡nadie es perfecto! ;)
Lo que sí que ha conseguido Pär Ottosson a la perfección es trasladar a su cocina su aire hipster, tan desenfadado y tan cuidado al mismo tiempo. El color rosa marca la pauta sí, y empieza desde la nevera Smeg del mismo rosa pastel que el resto de muebles, pero... ¿qué me decís de los azulejos blancos con las juntas en negro?; ¿y el papel de rombos en verde mint con el que continúa la pared del salón? O las macetas de terracota con hierbas aromáticas; o las bombillas y lámparas que se reparten por la cocina, o el contrapunto de color azul de uno de los taburetes frete a la isla y del cartel que cuelga de la boca de un oso feroz que nos recuerda que estamos en la "cozinha", por ejemplo.
Como toque final, nuestro Pappa Pastell ha conseguido que su cocina hipster tenga una perfecta continuidad con su salón con un par de de detalles sencillos y súper efectivos: la hilera de bombillas con cable negro que recorre a modo de guirnalda una de las paredes de la cocina, que continúa al otro lado del arco, y el fondo sobre el que lo hace, un papel pintado que imita una pared de cemento sobre la que se hubieran impresionado unos enormes topos de color rosa - ¿cuál si no? - aunque, eso sí, esta vez en tono fucsia, perfectos para seguir la gama cromática pero sin hacer eso tan mainstream y tan poco hipster que es poner todos los detalles "a juego".
con libros de recetas y latas vintage, de almacenaje y decorativas.Foto @ Karin Foberg / vía
¿Os gusta la cocina hipster de Pär Ottosson? ¿Os atreveríais vosotr@s con el rosa para vuestra casa?¡Contadme! Ya sabéis que me encanta leeros :)
Mientras... con o sin vacaciones,
que tengáis una semana como nuestra cocina de hoy:
de color de rosa.
¡¡FELIZ LUNES!!