Escribo este post a raíz de un comentario que hacía Katy Sánchez ayer en el post "En busca de la felicidad". Katy decía: "Ay la tan traída y llevada felicidad. Siempre andamos detrás de ella. Ése es el único objetivo del hombre, ser feliz, y lo buscamos por miles de caminos, con miles de libros de autoayuda, ejercicios, entrenamientos, cosejos, pastillas, drogas y sin embargo no somos felices. Ahora menos que nunca. ¿Dónde está el secreto?".
Quizás ahí radica el problema, vamos en su búsqueda, cuando lo felicidad, probablemente sea un estado, no un camino (ver "La felicidad es un estado de ánimo"). He recordado esta historia que la leí hace mucho en el libro (muy recomendable) "Tus zonas erróneas" de Wayne W. Dyer. Dice así:
"Un gato grande vio cómo un gatito pequeño trataba de pescarse la cola y le preguntó:
- ¿Por qué tratas de pescarte la cola de esa forma?
El gatito dijo:
- He aprendido que lo mejor para un gato es la felicidad, y que la felicidad es mi cola. Y por eso la persigo y trato de pescármela; y cuando la pesque habré logrado la felicidad.
El gato viejo le dijo:
- Hijo mío, yo también le he prestado atención a los problemas del universo, y yo también he pensado que la cola era mi felicidad. Pero, me he dado cuenta que cuando la persigo se me escapa y cuando voy haciendo lo que tengo que hacer ella viene detrás de mí por dondequiera que vaya".
Aquí escribimos que un post titulado "El viaje es la meta", ya que nos pasamos el día buscando algo que a tenemos. Como dijo Carl Gustav Jung: "La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir". Y también: "Es imposible asegurar el futuro, sólo podemos perder el presente" (Ivan Kilima).