Según esta investigación existen grandes similitudes entre la adicción a los alimentos que tienen determinadas personas con otras dependencias como pueden ser la adicción al alcohol, a determinados medicamentos o incluso a las drogas.
De hecho, hay quienes apuntan a la adicción a la comida como una de las posibles causas de la epidemia mundial de obesidad. Un estudio presentado en la reunión del 2013 de la Asociación Canadiense para la Neurociencia concluyó que determinados alimentos no naturales, con alto contenido de azúcar, grasa y potenciadores del sabor pueden causar reacciones de comportamiento similares como las causadas por algunas drogas.Un mayor acceso mundial a alimentos grasos y azucarados podría explicar en parte los crecientes porcentajes de población obesa en el mundo. Sin embargo, este aumento de disponibilidad no explica por qué algunas personas son obesas y otras no. Al parecer la explicación responde al mismo principio por el que algunas personas consumen drogas o alcohol sin llegar a convertirse en adictas mientras otras tantas sí se vuelven adictos.
En la investigación los ratones que fueron alimentados con alimentos con alto contenido en grasas cuando volvieron a una dieta baja en grasa experimentaron síntomas de abstinencia graves como ansiedad, antojos intensos, etc..Otros estudios sugieren que los adictos a determinados alimentos experimentan una mayor incidencia a padecer depresión y a síntomas del trastorno por déficit de atención / hiperactividad. Sin embargo, a menudo todo lo que nos rodea y los impactos que recibimos a lo largo del día hacen difícil controlar esa "adicción" a determinados alimentos que sabemos no son saludables. Por ello los tratamientos destinados a combatir los problemas de sobrepeso y obesidad buscan poder controlar mejor estos impulsos y esta "adicción" cuando, después de haberse intentado de otras formas (dietas, terapias, etc..) no se ha conseguido poner fin al problema.