Un estudio de la Universidad de Bonn evidencio que la comida
poco saludable hace que las defensas del cuerpo sean más agresivas a largo
plazo, incluso mucho después de cambiar a una dieta saludable. Estos cambios a
largo plazo estan involucrados en el desarrollo de la arteriosclerosis y
la diabetes. Estos
resultados serán publicados en la revista Cell
. Los científicos colocaron a los ratones durante un mes en una dieta alta en
grasas, y azúcar y baja en fibra. Los animales desarrollaron una fuerte
respuesta inflamatoria en todo el cuerpo, y adquirieron infecciones con
bacterias peligrosas. Para comprender mejor estos hallazgos inesperados, de la médula
ósea aislaron células inmunes de estos ratones
y de otros con una dieta de control
saludable. Los estudios genómicos
mostraron, de hecho, que la dieta occidental había activado una gran cantidad
de genes en las células progenitoras. Los genes afectados incluían a los
responsables de la proliferación y la maduración. Cuando los investigadores
ofrecieron a los roedores su dieta típica de cereales durante otras cuatro
semanas, la inflamación aguda desapareció. Lo que no desapareció fue la
reprogramación genética de las células inmunes y sus precursores, incluso
después de estas cuatro semanas, muchos de los genes que se habían encendido
durante la fase de comida rápida seguían activos Los científicos también
pudieron identificar el " sensor de comida rápida " responsable en
las células inmunes. llamado inflamasoma. Los inflamamasomas son complejos
clave de señalización intracelular que reconocen agentes infecciosos y otras
sustancias nocivas y, posteriormente, liberan mensajeros altamente
inflamatorios. No está claro cómo exactamente el inflamasoma NLRP3 reconoce la
exposición del cuerpo a las dietas de tipo occidental.