La complicación de lo recomplicado

Publicado el 20 mayo 2011 por Vwollstein

…unos ejemplos sobre ficción.

Hay libros que son la re-pera. Es decir que lo que pasa es que empiezas a leerlos y cada capítulo vas descubriendo más y más cosas, vas conociendo mejor al personaje y te va sorprendiendo y todo se va complicando.

Uno de mis autores favoritos de la complicación es Orson Scott Card (no podía ser de otro modo). Recientemente me leí su último libro, “Pathfinder”, y es de lo más complicado, aunque he podido ver que sus patrones se repiten en algunos de sus libros y quería compartirlos con vosotros, como enriquecimiento personal.

Comparando “Pathfinder” con “El Juego de Ender” (el último libro y el mejor libro de Orson respectivamente) en ambos comienza con un niño que es muy especial en sí mismo, y además que está destinado a cumplir un papel especial en la historia de la humanidad – Orson no se anda con tonterías-. A parte de eso, al principio de cada capítulo incluye algunos párrafos de una historia paralela que en un principio no entiendes en absoluto. El argumento principal se va desarrollando con normalidad, como si fuera una novela “normal” para darte cuenta en los últimos capítulos que se sale fuera de la escala.

Su estrategia creo que es el cómo va dando la información muy poco a poco mientras que el personaje evoluciona. Hay muchos autores novatos que cometen un gran pecado literario: “Dar toda la información en el primer capítulo”, de hecho si les dejaras lo contarían todo en el prólogo. Eso es totalmente erróneo, porque si das toda la información al principio el lector ya sabe cómo va a terminar, es capaz de adivinarlo. Sin embargo, con la estrategia de Orson el lector se está tirando de los pelos constantemente sufriendo porque no tiene ni idea de qué va a pasar en el próximo capítulo.

Al final de la historia Orson siempre nos sorprende. Las dos historias que va contando se unen y todo cobra sentido. Da igual que te haya ido dando pistas durante toda la santa novela, porque hasta el final no descubres toda la verdad.

Esa es la magia que hay que aprender.