Los investigadores del University College London (UCL), en colaboración con dos científicos griegos, han resuelto una parte importante del enigma que rodea la computadora astronómica más antigua del mundo, conocida como el "mecanismo de Anticítera", un impresionante dispositivo que permitía la predicción de varios acontecimientos astronómicos, útiles para los navegadores.
Los resultados de dicha investigación científica han sido anunciados oficialmente el día 13 de marzo de 2021.
El mecanismo estaba en una caja de madera, de 340 × 180 × 90 mm de tamaño y tenía 30 engranajes de bronce. El engranaje más grande tenía 223 dientes. Algunos fragmentos presentan inscripciones significativas. Hoy en día se han hecho varias réplicas de ese objeto.
El calendario metónico de Sicilia comprendía 235 meses de 29 y 30 días, por un período de 19 años.
El recipiente que llevaba el mecanismo también contenía cerámica de estilo isleño. Una hipótesis es que el artefacto fue construido en una academia fundada por el filósofo estoico Posidonio en la isla griega de , bien conocida como un centro de astronomía e ingeniería mecánica; la misma hipótesis también sugiere que pudo haber sido diseñado por el astrónomo Hiparco, dado que contiene un dispositivo lunar que usa la teoría de él sobre los movimientos y sus anomalías.
Los engranajes presentan relaciones matemáticas: si un engranaje de 100 dientes engrana con un engranaje de 50 dientes, el segundo gira con la mitad del período, dos veces más rápido: el engranaje más grande gira una vez y el más pequeño dos veces en la dirección opuesta. El diseñador ha elegido el número exacto de dientes de los engranajes y la combinación adecuada de rotaciones de este mecanismo, con el fin de reproducir el período del calendario metónico.
Por lo tanto, el funcionamiento básico del mecanismo de Anticitera ya no es un misterio y se ha replicado con precisión.
Varios investigadores han modelado y publicado versiones de este dispositivo.
Los científicos del grupo de investigación de "UCL Antikythera", dirigido por el profesor Tony Frith del Departamento de Ingeniería Mecánica, quien publicó el artículo en Scientific Reports, han revelado cómo funcionan los engranajes en la parte delantera del mecanismo. Como dijo Frith, "El Sol, la Luna y los planetas se presentan de una manera que es una impresionante hazaña del genio griego antiguo".
Su constante estudio por científicos griegos y extranjeros aumenta la comprensión de sus funciones. Sin embargo, hasta la fecha, no ha sido posible comprender completamente el sistema de engranajes, dado que se estima que solo un tercio del mecanismo ha sobrevivido, y eso en 82 fragmentos.
Dos conocimientos importantes revelados en el mecanismo son los números 462 y 442, que corresponden a los ciclos de Venus y Saturno respectivamente. Cuando se ven desde la Tierra, los círculos planetarios a veces invierten su movimiento en relación con las estrellas. Los expertos deben monitorear estos ciclos cambiantes (períodos planetarios) durante largos períodos de tiempo para poder predecir las posiciones de los planetas en el futuro.
"La astronomía clásica del primer milenio antes de nuestra era nació en Babilonia, pero no hay nada en esta astronomía que muestre cómo los antiguos griegos lograron encontrar el ciclo altamente preciso de 462 años para Afrodita (Venus) y 442 años para Saturno", dijo el candidato griego para el PhD de la UCL. Aris Dakanalis. En el equipo de investigación participa otra griega de la UCL, la especialista en materiales arqueológicos, la Dra. Myrto Georgakopoulou. Para este estudio, los científicos han utilizado los textos descifrados que aparecen en la superficie del mecanismo. Se trata de un manual de instrucciones de uso, escrito en un lenguaje sencillo, para facilitar a los usuarios que no eran más que simples marineros, sin conocimientos académicos de astronomía.
"Se trata un avance teórico importante, en términos de cómo se representó el Universo en el mecanismo. Ahora tenemos que demostrar su aplicabilidad haciéndolo con técnicas antiguas", dijo el Dr. Adam Wojciech del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UCL.