Como ya habréis visto en nuestra sección de “Lecturas Recomendadas” (ir) uno de los libros que me gusta recomendar “encarecidamente” es
LOS HOMBRES SON DE MARTE las mujeres son de Venus
He estado releyéndolo estos días y para animaros a que hagáis lo mismo, he decidido extraer algunos de los consejos que nos da su autor, John Gray, para que comprendamos que la forma de comunicarnos de hombres y mujeres es diferente. Y no tanto para que ello nos sirva para mejorar nuestras relaciones de pareja, sino para mejorar nuestra forma de comunicarnos en general. Para mejorar nuestra empatía, para aprender a ponernos en el pellejo no sólo nuestros novi@s o espos@s, sino también de nuestros herman@s, compañer@s de trabajo, jefes y demás marcianos y venusinas que nos podamos encontrar por el Universo adelante…
Primero, es necesario entender y reconocer que somos diferentesTendemos a esperar que los otros reaccionen de la misma manera que nosotros lo haríamos ante una misma situación. Por eso a menudo nos sentimos defraudados con el comportamiento de los demás en general, y especialmente con aquellos del sexo opuesto.
Por ejemplo, cuando tenemos cualquier problema, los hombres tienden a quedarse callados; no cuentan nada; se meten en lo que John Gray llama “su cueva” a reflexionar sobre lo que les preocupa.En cambio las mujeres de callarnos nada: sentimos la necesidad de hablar.Por eso a ellos les revienta que nosotras empecemos a dar consejos que ellos no nos han pedido, y a nosotras nos revienta que se aparten de nosotras y no presten atención a “nuestras historias”Segundo, consecuencias sobre la comunicación
A menudo marcianos y venusinos empiezan discutiendo sobre un tema, y al cabo de un rato sobre lo que están discutiendo es, precisamente... ¡sobre la forma de discutir de cada uno!
Que si “tú no escuchas”, que si “tú te crees que lo sabes todo”…¿Cómo discute un marciano?O bien peleando o bien huyendo.Acusando, juzgando, criticando, ofendiendo… o con agresividad pasiva, es decir, con eso que tanto nos asusta a las mujeres: el silencio.
¿Cómo discute una venusina?O bien fingiendo, o bien cediendo.Haciéndose la víctima o todo lo contrario, aparentando felicidad. Engañándose a sí misma o bien sacrificándose a costa de alimentar en silencio el resentimiento.Tercero, en consecuencia, a cada uno lo suyo
¿Qué buscan ellos, los marcianos?Que confiemos en ellos, que les aceptemos tal cual son, que les valoremos y se sientan necesarios y capaces. Que dejemos de darles consejos, de darles instrucciones como si no fueran capaces por sí mismos de dar con la solución.
¿Y ellas? ¿Qué buscan las venusinas?Que no quiten importancia a nuestros sentimientos, que aprendan a escuchar. En el fondo no queremos más que atención, sentirnos “visibles”. No pretendemos abrumarles, no les pedimos soluciones. Sólo queremos solidaridad y comprensión
(ver más sobre el libro aquí)
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