Una de las cosas que más me llamaron la atención cuando me empecé a interesar por este pequeño mundo de energía fue la importancia de la respiración, en cada uno de los ejercicios que realizaba, o en la meditación, o sencillamente al andar, siempre debía prestar atención a una cosa que no me acordaba que hacía: la respiración.
Desde pequeños aprendemos a respirar, no sabemos ni cuándo, ni dónde, ni como, pero todos y cada uno de nosotros respiramos, muchas veces, por no decir siempre, sin prestarle atención al acto de respirar. Hay muchos tipos de respiración, pausada, intensa, profunda,… y cada una de ellas debe realizarse en función del ejercicio que hacemos, pero, ¿cuándo respiramos notamos todo el proceso de respiración?
Como el aire entra por la nariz, fluye por las fosas nasales y llega hasta al final de la nariz, como baja por nuestro cuerpo, y va a parar a nuestros pulmones. Es una práctica muy buena intentar notar todo el proceso de la respiración, e incluso probar diferentes respiraciones para sensibilizar las diferentes zonas y notar cómo actúan en función del tipo de respiración.
La respiración es un proceso olvidado por el ser humano, en realidad más que olvidado es interiorizado hasta tal punto que se convierte en un acto reflejo, al que apenas prestamos atención. La respiración es una parte muy importante de nuestra vida, y como tal debería tratarse.
Yo aún me acuerdo cuando de pequeño iba a buscar setas con mi padre, siempre hacíamos un pequeño ritual, que continuo haciendo cuando voy a la montaña, consistía en respirar profundamente, soltar todo el aire posible y volver a inhalar profundamente, una y otra vez durante unos minutos. A parte de un efecto purificador, dado que vivo en ciudad, y la calidad del aire de una zona boscosa y de la ciudad es muy distinto, también había un efecto relajante y de concienciación del acto de respirar.
En la meditación también se usa una respiración consciente, buscar la conciencia del acto de respirar es un primer paso que se da en la meditación, un paso muy importante pues nos da una conciencia de muchos órganos, músculos,… que no estamos habituados a usar.