La conducta suicidad de los ancianos se asocia a la depresión

Por Fat
Si bien la tasa absoluta de muertes por suicidio es mayor entre la juventud que en cualquier otra franja de edad, la cifra no es desdeñable en ancianos. “La conducta suicida de estas personas suele asociarse a enfermedad depresiva. En concreto, entre un 71-95% de los ancianos suicidas tenían enfermedad psiquiátrica y un 83% depresión mayor”, asegura Jorge Pla, codirector del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra y ponente en la IX Reunión anual de la Sociedad Vasco Navarra de Psiquiatría que se celebra durante los días 23 y 24 de septiembre de 2010 en el Hotel Jaizkibel de Hondarribi
A la hora de establecer mecanismos de prevención en este campo, el especialista asegura que “la adaptación social, el matrimonio y la confianza en sí mismo, en una vida vivida plenamente, protegen al anciano del riesgo de depresión y de suicidio”. No obstante, el riesgo de suicidio en ancianos es más difícil de detectar, toda vez que la sociedad achaca, en no pocas ocasiones, el decaimiento anímico a los problemas físicos asociados a su edad. “A pesar de ello”, subraya el especialista, “el suicidio en ancianos tiene algunas peculiaridades como es la presencia de actos más violentos y letales”. Asimismo, más del 75% había consultado con su médico de cabecera el mes anterior y más de la mitad lo había hecho durante la última semana.
-Factores implicados
A la hora de valorar los factores implicados en esta conducta, queda claro que “están implicados aspectos somáticos, como ser varón y de raza blanca, déficit sensorial, enfermedad grave y dolorosa, y trastornos crónicos del sueño. Además, influyen problemas psíquicos, como son la enfermedad psiquiátrica (depresión), antecedentes de conducta suicida y el neuroticismo (rigidez, pasividad, baja autoestima)”. No son las únicas causas. Esta conducta también está relacionada “con problemas en el entorno social (soledad, disfunción familiar, acontecimientos de pérdida o falta de apoyo social). La actitud suicida en ancianos se caracteriza por su letalidad: son más frágiles, están más aislados y muestran una conducta más pensada y decidida”.