Hemos sido educados para que lo importante oculte lo esencial, separándonos así de nuestro ser. Esto ha hecho que nos confundamos con los papeles que interpretamos y que hagamos de nuestros dramas el centro de nuestra vida. Vivimos para dramatizar las obras típicas de nuestras culturas y de nuestras familias, esto hace que nos enfrentemos los unos a los otros. Hacernos conscientes de esto es el primer paso en el camino hacia una auténtica libertad de ser. Querido lector, te invito a descubrirte hoy más allá de tus papeles, prueba a romper uno de ellos ... a sorprenderte sin guión, a sentir el silencio que conduce a tu voz interior. ¡Es divertido! Cuando rompes un papel habitual los otros "actores" te miran sorprendidos, no sabiendo qué responder a lo que no está en su guión, de hecho ésta es la base del humor: romper papeles. ¿Qué te parece empezar por imaginar que lo haces, preparar a tu ego para que el miedo escénico a salir del papel no le paralice?
Hemos sido educados para que lo importante oculte lo esencial, separándonos así de nuestro ser. Esto ha hecho que nos confundamos con los papeles que interpretamos y que hagamos de nuestros dramas el centro de nuestra vida. Vivimos para dramatizar las obras típicas de nuestras culturas y de nuestras familias, esto hace que nos enfrentemos los unos a los otros. Hacernos conscientes de esto es el primer paso en el camino hacia una auténtica libertad de ser. Querido lector, te invito a descubrirte hoy más allá de tus papeles, prueba a romper uno de ellos ... a sorprenderte sin guión, a sentir el silencio que conduce a tu voz interior. ¡Es divertido! Cuando rompes un papel habitual los otros "actores" te miran sorprendidos, no sabiendo qué responder a lo que no está en su guión, de hecho ésta es la base del humor: romper papeles. ¿Qué te parece empezar por imaginar que lo haces, preparar a tu ego para que el miedo escénico a salir del papel no le paralice?