"Para conseguir que se realicen determinaciones de la mutación EGFR y lograr terapias individualizadas en cáncer de pulmón es necesario una colaboración eficaz y activa entre patólogos y oncólogos", subrayó el Dr. Fernando López-Ríos, director del Laboratorio de Dianas Terapéuticas del Hospital Universitario Madrid-Sanchinarro, durante el I Simposium celebrado en Madrid entre la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), con la colaboración de AstraZeneca con motivo del Día Mundial del Cáncer que se celebra hoy. "Es fundamental trabajar en grupos o comités multidisciplinares si se quiere avanzar en este campo", añadió este especialista.
El objetivo de llevar a cabo este simposio pionero bajo el nombre ‘Biomarcadores en el carcinoma de pulmón’ era "acercar el mundo de la anatomía patológica y el mundo de la oncología con el fin de aumentar la cooperación entre ellos y así poder ofrecer mejores terapias al paciente", explicó el Dr. López-Ríos. En este sentido, el reto de ambos colectivos, continuó este experto, "es la identificación de marcadores predictivos como la mutación del gen EGFR de forma rápida y precisa, seleccionar a aquellos subgrupos de pacientes que posean dicho biomarcador y tratarlos en base a estas alteraciones moleculares y genéticos con una terapia personalizada".
Por su parte, la Dra. Dolores Isla, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza y miembro de la Junta Directiva de la SEOM, también hizo hincapié en la necesidad de que la población sea cada vez más consciente de que está totalmente demostrada la relación directa entre el hábito tabáquico y el cáncer de pulmón. "El 15% de los fumadores habituales terminarán, a lo largo de su vida, con un diagnóstico de cáncer de pulmón; asimismo, habría que recordar que el pronóstico suele ser adverso y las cifras de supervivencia son muy bajas: sólo sobreviven a los 5 años entre el 12 y el 15% de los pacientes".
Desde el punto de vista de la investigación, "el objetivo ahora es mejorar el conocimiento de la biología molecular de este tumor y, a partir de ahí, el descubrimiento de fármacos que actúen contra determinadas dianas", apuntó la Dra. Isla. En esta dirección, matizó, "gefitinib es el único fármaco aprobado por las autoridades sanitarias españolas para ser administrado en aquel subgrupo de pacientes que presentan la mutación EGFR y que está consiguiendo resultados muy superiores, y con menos toxicidad, que la quimioterapia".
Por último, esta oncóloga recordó que la prevalencia de cáncer de pulmón en mujeres sigue aumentando, mientras que en hombres está disminuyendo. "Hoy en día, el perfil más común que vemos en las consultas de oncología es el de una mujer de entre 55 y 60 años que lleva entre 15 y 20 años fumando; además, aunque también influyen en su aparición factores hormonales, genéticos, metabólicos y ambientales, se ha comprobado que la mujer podría ser más sensible a los carcinógenos del tabaco", concluyó.