La cara exterior del cristal, es la parte que más sufre, principalmente por la lluvia, viento, polvo, salitre. Las cortinas de cristal te facilita la limpieza, convirtiéndose en una tarea más sencilla de lo que había sido hasta ahora. Las cortinas de cristal te permiten limpiar ambas caras de la estructura desde el interior, reduciendo así el riesgo de caídas.
Te aconsejamos que cuando las limpies es mejor que el sol no dé directamente en los cristales ya que así podrás ver con mucha más claridad la suciedad, además deberías deslizar los cristales hacia uno de los extremos e ir limpiando la última hoja por la parte exterior, continúas por la parte interior y así sucesivamente con el resto de cristales.
Para que la cortina de cristal se mantenga en óptimas condiciones es necesario que la limpieza se realice periódicamente. De hecho los productos a utilizar deberían ser no abrasivos, por ejemplo puedes utilizar cualquier producto con PH neutro. Para realizar la limpieza de tu cortina de cristal, lo ideal sería tener un kit de cristalero, lo mejor es utilizar gomas limpiacristales o regletas ya que te permite de forma muy cómoda eliminar la suciedad de superficies grandes.
En el caso que no tengamos limpiacristales, podríamos utilizar un trapo de microfibras o papel de periódicos, aunque es un trabajo muchísimo más arduo y pesado. Es recomendable no utilizar trapos que dejen pelusas, ni secar con papel de cocina, ni frotar fuerte con un trapo seco.
Los paños que utilizas para limpiar los cristales, cuando estén sucios es preferible lavarlos con vinagre o amoniaco.