Hombres felizmente casados, esposo y trabajador abnegado, de repente decide renunciar a su trabajo, rebelarse contra su esposa, comprar el auto deportivo de sus sueños y fantasea con ser infiel. Ella, una mujer fuerte y trabajadora, siente que necesita enamorarse nuevamente de alguien a quien admire, como un colega suyo. Sucede entre los 40 y 50 años y no es un diagnóstico definitivo que un médico o un psicólogo puedan dar, pues no es una enfermedad ni una condición mental.
La crisis de la edad madura sucede al igual que otras crisis personales que nos afectan emocionalmente cuando pasamos por momentos de transición en la vida. Nos hemos acostumbrado a pensar que la crisis de la edad madura es típica de los hombres, pero es un error ignorar que las mujeres también pasan por este momento de crisis y para algunas puede ser más fuerte y más determinante que para los hombres. La crisis de la edad madura es una etapa de transición en la vida a la que no es necesario temerle. Pero tampoco hay que descuidarla, pues de cómo la manejemos depende si sus resultados son positivos o negativos. Si tú o tu pareja están atravesando por este momento, no dudes en hablar sobre el tema y pedir apoyo a un psicólogo o un terapeuta de familia. Y si crees que hay posibilidad de que la crisis esté llegando a la depresión, busca ayuda médica para impedir que ese estado de ánimo avance.