Sin crear alarma, la incidencia de la gripe en España continúa disparándose. Esto va a venir muy bien a la industria farmacéutica, primero para vaciar reservas de medicamentos, y después para reponer el stock de lo servido. El umbral basal de incidencia, según los datos recabados por el sistema de vigilancia de la gripe en España (SVGE), ha ido sobrepasándose paulatinamente.
La actividad gripal sigue asociada a una circulación mayoritaria del virus de la gripe AH3. Se han registrado cinco fallecimientos, todos ellos en mayores de 44 años. Según la información disponible, cuatro de los casos presentaban algún factor de riesgo de complicaciones de gripe y tres de los cinco casos (60%) habían recibido la vacuna antigripal de esta temporada.
La gripe común, siguiendo un tratamiento y respetando unas medidas concretas el afectado, si no se encuentra en un grupo de alto riesgo, el enfermo se recupera sin mayores problemas. Hay que lamentar que todos los años la gripe se lleve unas cuantas vidas. Seamos serios señores, la información objetiva y veraz. No se informa cual es el sector de la sociedad que está aportando la triste lista de fallecidos. Es posible que esas personas tengan dificultas para acceder al sistema sanitario. La falta de información más detallada nos puede lleva a especular con un sin fin de hipotéticas teorías. Este invierno, en particular por la "Siberiana", y los que vienen van a ser especialmente crudos, para miles de personas que han pasado a formar parte de la larga lista de la exclusión social y la marginación.
Los llaman “sin techo", personas sin trabajo, con pensión o sin pensión, con ayudas y sin ayudas... y sobre todo muchas a las que no les queda lo más básico y han perdido toda esperanza... personas que debido a su situación se ven apartadas, relegadas a la indigencia y son abandonadas por las instituciones que, ahora más que nunca, se resguardan detrás de las macro cifras y se auto legitiman para recortar y ahogar al ciudadano cada vez mucho más por abajo, y sobre todo más rápido, que por arriba. Pero también existe un alarmante y creciente número de varios millones de personas socialmente excluidas que no cuentan en las listas; “trabajadores pobres” con un empleo muy precario.
En estos momentos, más que nunca, hay que agradecer a los servicios sociales que, en muchas ocasiones con pocos medios, proporcionan la ayuda extraordinaria de emergencia que necesitan personas en el umbral de la pobreza y/o están en situación de exclusión social y otras que pasan graves dificultades y no tienen otra salida.
Volviendo a la gripe. Informar sí, alarmar no.
La gripe estacionaria nos visita todos los años, previa mutación cíclica, provocando muertes inevitables entre las capas de población más sensibles a sucumbir al virus.
Cada año mueren en Europa más de 4000 personas por la gripe común, de esa cifra 80 personas pertenecen a ciudadanos de españoles.
Cada día tres trabajadores pierden la vida en España en un accidente de trabajo, 23 sufren lesiones graves y 2.499 leves. En 2008, fallecieron en España 831 trabajadores en accidente laboral y se registraron 18.700 casos de enfermedades profesionales,
En el año 2008 las víctimas mortales en las carreteras españolas fueron más de 2000 personas.
El humo ambiental de tabaco está asociado a efectos sobre la salud como el cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, trastornos respiratorios y otras patologías provoca más de 1200 muertes anuales, si se incluyeran también la exposición al humo ambiental de tabaco en tiempo de ocio, la mortalidad podría aumentar hasta un mínimo de 2.870 defunciones anuales. En Europa el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes.
Este año también habrá que lamentar fallecidos a causa de la gripe común. Pero lo que no tendremos será las cifras de cuántas vidas se está llevando por delante está ola de frío polar que persiste desde hace unos años llamada crisis. Provocada en gran medida por la economía(suya) financiera, improductiva y especulativa, que ha sustituido a la economía productiva.
La gripe viaja en transporte público sin calefacción. La pobreza no puede comprar el billete y pagar las mantas.