La crisis transforma la teleasistencia en botón de alarma

Por Mkgruponeat

La decisión del gobierno central de suprimir las ayudas que recibían las diputaciones provinciales y los ayuntamientos para subvencionar el sistema de teleasistencia está afectando gravemente a la calidad del servicio.
Es el caso concreto de la provincia de Castellón, en la que el Gobierno central planea suprimir a partir del 1 de enero la teleasistencia y el Imserso dejará de aportar cerca de 700.000 euros al mantenimiento del servicio en la provincia.
La diputación no puede mantener en solitario el servicio que cofinancia el Imserso y ha decidido integrar a 3.000 usuarios de teleasistencia en el sistema de teleayuda, que se limita a llamadas de emergencia.
La teleayuda no puede considerarse plenamente como teleasistencia ya que aunque ambos sistemas funcionan mediante la instalación de un equipo emisor en el propio domicilio del usuario, la teleayuda sólo transmite un mensaje de socorro a una secuencia de números de teléfono de familiares, vecinos o personas allegadas; mientras que en la teleasistencia hay conexión directa con una central de Cruz Roja con personal especializado. 
La teleayuda está dirigida a personas que no tienen quien se ocupe de ellas en casos de urgencia y no incluye un seguimiento y todas las prestaciones que conlleva la teleasistencia.
El servicio de teleasistencia en la provincia contaba con 3.500 beneficiarios, la cofinanciaban el Imserso (65 %) y la diputación (35%) y la prestaba Cruz Roja.
La diputación se ha comprometido a comprar 3.000 nuevos dispositivos de teleayuda y el próximo año destinará 190.000 euros al programa al no tener que destinarlo a la teleasistencia.