La cúpula geodésica resistente a terremotos

Por Redespress60

Las cúpulas geodésicas se hicieron populares gracias a Buckminster Fuller en la mitad del siglo XX y han seguido siendo populares entre los aficionados desde entonces...

La principal estrategia desde el punto de vista arquitectónico, que contemplan los ingenieros a la hora de abordar los posibles problemas relacionados con la actividad sísmica del terreno donde se va construir. Tienen que ver con la composición geológica del territorio donde se va a intervenir.

Estudios cuyos elevados costes suelen ser equiparables a la inversión que hay que realizar en materiales de construcción y en logística. Sin embargo el estudio Rumano Biodome Systems SRL dice que ha dado con la combinación de elementos arquitectónicos definitiva con la que evitar los cuantiosos daños materiales provocados por los seísmos.

A partir de un diseño básico basado en una cúpula geodesica, sus arquitectos han diseñado hasta 20 tipologías diferentes en tamaño, superficie y altura que según sus creadores reúnen las caracterices idóneas que garantizan su resistencia frente a temblores sísmicos de hasta 5.5 grados en la escala Richter y los embates huracanados de rachas de viento de una velocidad que puede alcanzar los 320 Km/h.

Construidas con una combinación de materiales tanto industriales como los que se encuentran en el entorno, así que cada dome se integra en el paisaje de forma robusta. Compuesto por un marco principal fabricado en acero cada cúpula se presenta parcialmente cubierta por un manto que esta formado por elementos extraídos del terreno.

Este procedimiento aparte de solucionar los problemas relacionados con los movimientos del terreno, permite bioclimatizar de forma natural el interior de cada cúpula orientando su fachada principal hacia el Sur, posición que le permite estar expuesta el máximo de horas al sol optimizando sus recursos energéticos.

Gracias a la cúpula geodésica podemos recrear un clima tropical (el adecuado para la especie humana) en todas las partes del mundo: árboles tropicales en Inglaterra y viviendas calentadas principalmente por el sol en Noruega (en algunos climas más fríos se necesita un mínimo de calefacción durante la noche).
Estamos hablando de ejemplos existentes, esto no es una utopía: Proyecto Edén, la estación de Atocha en Madrid son sólo unos pocos de los modelos en el mundo.