Como podéis observar los órganos en el caso de la mujer de la derecha están más comprimidos, imaginad las dificultades que tendrán para su funcionamiento, el esfuerzo que supondrá el bombeo de sangre desde el corazón por arterias colapsadas de grasa... Observad también las articulaciones, el peso al que están sometidas las rodillas, las dificultades de movimiento que pueden implicar esa reserva grasa.
Pues bien, la alimentación para el hombre está claro que no es sólo un aporte de nutrientes, también es un acto social y cultural. Con los alimentos no sólo tratamos de satisfacer una necesidad fisiológica sino también una placentera: con la comida queremos disfrutar. Esto ha llevado a que la balanza entre la búsqueda del aporte adecuado de nutrientes para realizar las funciones corporales y la búsqueda del placer se vea cada vez más descompensada en lo que nosotros llamamos los países desarrollados- desarrollados en base a la economía porque está claro que en otras cosas estamos a años luz de serlo...- La consecuencia, la llamada epidemia del siglo XXI: la obesidad y sus derivados, véase: hipertensión, hipercolesterolemia, infarto agudo de miocardio...
Uno de los grandes problemas de la obesidad es que el organismo humano está tan bien diseñado para no pasar hambre y acumular reservas energéticas cuando lo necesita que su mecanismo no es tan efectivo cuando lo que le sobran son estas reservas y tiene que perderlas... Pero, no todo está perdido y como el camino que tenemos que andar es tan largo, mejor empezar con pasos de hormiguita. Hay que desaprender nuestro anterior modo de vida e ir cambiándolo por otro más coherente con nuestra salud.
Para ello, podemos hacer pequeños gestos como los siguientes:
- Menos tumbing y más ejercicio. Si nunca hemos sido deportistas y tenemos un problema articular como el que muestra la imagen podemos hacer pequeños gestos como: evitar el coche y andar lo máximo posible, dejar el mando de la televisión en el mueble para levantarnos cuando lo necesitemos, disminuir las horas de tele y aumentar las de los paseos...
- Hacer 5 comidas en vez de 3. Sí sé que lo he repetido muchas veces- y como yo todos los médicos y nutricionistas del mundo mundial...bueno todos los racionales, que hay cada personaje por ahí que da miedo. ¿Por qué tanto hincapié en esto? Bueno, vamos a hablar un poquito de neuro-ciencia.... La parte frontal de nuestro cerebro es en la que somos más productivos mentalmente,a grandes rasgos. Cuando nos estresamos, por ejemplo, ésta parte se llena de sangre para protegerse del daño y entonces comenzamos a pensar con la trasera, que es un 20% menos inteligente que ésta- de ahí que cuando nos enfadamos digamos cosas de las que nos arrepentimos y que deberíamos haber pensado antes de soltarlas- Además el cerebro es el órgano que más energía consume (aprox el 20%) por lo que ésta región estará hambrienta de glucosa. Cuando llevamos horas sin comer al cerebro le falta la glucosa así que el hipotálamo- otra parte del cerebro- detecta éste déficit y activa una serie de sensores que tratan de llamar tu atención para que lo alimentes. Y entonces no nos conformamos con un pescadito con verduras, no, queremos algo más...contundente. De ahí que vayamos directos al chocolate, golosinas, bollería... Surge un antojo que no nos deja vivir hasta que no cumplamos su mandato. Pues bien, si realizamos 5 comidas- o más en función de horarios; no se debe pasar más de 3 horas y media sin ingerir alimento- esa sensación de hambre está cubierta en todo momento y, por tanto, haremos una selección inteligente de los alimentos.
- Menos bollería y más frutas y hortalizas.La base de nuestra alimentación deben ser las frutas y hortalizas- así lo pone de manifiesto la nueva pirámide de alimentos propuesta por GREP-AEDN- llegando a la cantidad de 500 g al día- recordemos la campaña famosa 5 al día, que todos recordamos pero que no consiguió dar todo su fruto. Una ensalada al medio día para acompañar las comidas y un plato de verduras por la noche- judías verdes con jamón, acelgas rehogadas con ajo, coliflor con una cucharadita de mayonesa...- junto con tres piezas de fruta- un kiwi para desayunar, un melocotón para merendar y una manzana a media mañana, por ejemplo- cumpliriría ya éste objetivo que en principio nos parece que sólo pueden cumplir los vegetarianos.
- Sustituye las harinas refinadas por las integrales. Cambia tu ración de pan del medio día, por ejemplo, por pan integral o los cereales chocolateados del desayuno por integrales, prueba nuevos cereales como el cuscús en una suculenta ensalada de tabulé o el mijo... Estos productos nos dan un aporte extra de fibra y por tanto, tal y como expliqué aquí te saciará antes, regulará tus niveles de colesterol y glucemia y prevendrá el estreñimiento.
- Vuelve a incluir las legumbres en tu alimentación. Parece que las legumbres son las grandes olvidadas de los nuevos tiempos...y es que el aporte de carbohidratos de las mismas junto con proteínas - que combinadas con cereales, por ejemplo, las convierten en proteínas de altó valor biológico- son la primera razón para que aumentes su consumo. Otra segunda razón es que carecen de colesterol y grasa, dos nutrientes consumidos ya en exceso en nuestro día a día.
- Mejor más pescado y menos carne roja. El aporte de grasa insaturada del pescado junto con su riqueza en proteínas lo convierten en una mejor elección que la carne, la cual como máximo se debe consumir 3 raciones a la semana- estamos hablando de un adulto sano, en el caso de embarazo, por ejemplo, podemos aumentar su ingesta-
- Para beber: agua. Sí, sí, el vino y la cerveza tienen antioxidantes y otros beneficios para la salud que llevaron a colocarlo- hablo del vino- en la pirámide alimentaria del 2004 pero recordemos que también tiene una serie de riesgos- se ha demostrado una relación directa con cáncer y otras patologías- que hay que tener en cuenta.