Llega el sábado, y con él la hora de echar a rodar nuestra rockola desesperada y alegre. Y, el día de hoy, viene con fuerza, señores, porque de lo que se trata es del tema de un verdadero bravo (de acuerdo... el chiste es pésimo, pero no había forma de no hacerlo). Nino Bravo es, indudablemente, una de las mayores voces de la canción española, y aún del mundo. Sin ese falsete que arruina un poco a Raphael, y con mucha más potencia, lo más justo sería compararla con un ariete medieval, o algo así. Porque la pura verdad es que golpea, y toca nervios que ninguna otra voz es capaz de tocar. Y, de hecho, Noelia es una canción que sirve muy bien para demostrar cómo una buena voz puede prestar poesía a una letra, por más que no sea muy elaborada. ¿El resultado? Una canción que te pone los pelos de punta. Y una de las favoritas del repertorio de los delirios etílicos, además. Por eso y muchas cosas más, como dice el villancico, es que este sábado echamos a rodar este tema, que nunca sobra y que, si por mí fuera, repetiría hasta el hartazgo, o hasta que llegue la noche y los bares vuelvan a abrir sus puertas. Que la luna les sonría a todos, señores.