Esta orientación sexual no
implica no sentir placer sexual al momento del acto, sino que simplemente la
persona no siente deseos por otra hasta que no se establece cierta conexión
emocional. El deseo sexual de una persona demisexual está en el nivel
secundario, que es el emocional, y no en el primario, que es el físico. Así,
por ejemplo, un joven que decide no tener relaciones sexuales hasta estar casado con la mujer que ama
no necesariamente es un demisexual. De hecho, es probable que ese joven sí
experimente sentimientos sexuales antes del matrimonio, pero aún así decida
mantenerlos bajo control y aguardar determinado momento para expresarlo. Todas
las opciones de vida son respetables. Y todas las orientaciones sexuales son
naturales. Las personas somos todas diferentes y procesamos nuestras emociones
y sentimientos de forma diferente.