Los trastornos mentales constituyen el 13% de la carga global de enfermedades, por encima del cáncer y los trastornos cardiovasculares. Se da la circunstancia, además, que 8 de cada 10 países no cuentan con el soporte asistencial suficiente para hacer frente a estos problemas de salud mental. La ausencia de tratamientos adecuados y la práctica inexistencia de intervenciones dirigidas hacia la prevención suponen una grave carencia y reflejan "una limitada comprensión del cerebro", afirman los autores del trabajo. Tal y como se detalla en el estudio, del conjunto de enfermedades mentales, la depresión, el abuso de alcohol, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, las demencias degenerativas tipo Alzheimer y los trastornos por abuso de sustancias son los más incapacitantes (ver Tabla 1).
Carga mundial de los trastornos mentales, neurológicos y de abuso de sustancias* (Causa Años de vida asociados a discapacidad (millones)
*Tomado de Collins y cols. (2011), Grand challenges in global mental health, Nature, 475, pág.28
Depresión 65,5 Abuso de alcohol 23,7 Esquizofrenia 16,8 Trastorno bipolar 14,4 Alzheimer y otras demencias 11,2 Trastornos por abuso de sustancias 8,4 Epilepsia 7,9 Migraña 7,8 Trastorno de pánico 7,0 Trastorno obsesivo-compulsivo 5,1 Insomnio 3,6 Trastorno por estrés post-traumático 3,5 Parkinson 1,7 Esclerosis múltiple 1,5Los autores del informe alertan de las implicaciones que supone la alta tasa mundial de este tipo de trastornos de salud mental, y gracias al análisis y revisión del comité de expertos, formado por investigadores y profesionales de más de 60 países, establecen las áreas prioritarias de acción para combatir el problema de la salud mental y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, reclamando una acción urgente a nivel mundial y el aumento de la inversión para la lucha contra estos problemas. Retos de la Salud Mental
Su análisis establece 6 metas fundamentales o grandes retos de la salud mental para la próxima década:
- Invertir esfuerzos en la identificación de los factores de riesgo y los factores de protección que afectan a la salud mental y evaluar el nivel de impacto de determinados problemas mundiales, como la pobreza, la violencia, los conflictos armados, la emigración o los desastres naturales en la salud mental.
- Mejorar las estrategias de prevención de los problemas de salud mental, así como incidir en la aplicación de intervenciones tempranas, sobre todo, desde determinados ámbitos de actuación, como los servicios de Atención Primaria, y prestando especial atención a los niños y adolescentes, así como a la prevención del consumo de sustancias en estas edades.
- Reforzar los estudios de investigación para garantizar los tratamientos más eficaces en cada caso y facilitar el acceso de la población a la atención sanitaria.
- Aumentar la concienciación social sobre la alta tasa mundial de este tipo de trastornos, estableciendo programas para luchar contra la discriminación social y el estigma que a menudo sufren pacientes y familiares.
- Aumentar los recursos humanos destinados a la atención de la salud mental y mejorar la formación de los profesionales de la salud en este área para implementar servicios basados en la evidencia científica.
- Transformar los sistemas de salud y las políticas sanitarias, con el objetivo de integrar los trastornos de salud mental en los cuidados de larga duración y equiparar la inversión en cuidados físicos y mentales en investigación, formación, tratamientos y prevención.
Más información en: Collins, P.Y.; Patel, V.; Joestl, S.S. y cols (2011). Grand challenges in global mental health. Nature, 475, 27-30.