Las dos enfermedades están relacionadas pues ambas tienen su origen en una alteración del sistema inmune. Así, la presencia de la celiaquía es mucho más elevada entre los diabéticos tipo 1 que entre el resto de la población.
Cuando las dos enfermedades aparecen juntas, lo habitual es que primero se diagnostique la diabetes. “Buscamos la enfermedad celiaca en los niños diabéticos porque sabemos que puede encontrarse de forma oculta en ellos”, señala Juan Carlos Vitoria, catedrático de Pediatría de la Universidad del País Vasco, jefe de Gastroenterología Pediátrica del Hospital de Cruces de Baracaldo (norte de España) y asesor de la Asociación de Celiacos de Euskadi.
Los diabéticos no suelen presentar síntomas de celiaquía, salvo algún caso excepcional, añade el doctor Vitoria, miembro, asimismo, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM).
El especialita subraya que lo común es que la celiaquía se diagnostique en pacientes diabéticos y no al contrario. Es “raro” que un celiaco desarrolle más tarde diabetes, “salvo que no siga la dieta sin gluten”, precisa.
Entre el 5 y el 7 por ciento de los diabéticos tipo 1 tiene también la enfermedad celiaca, cuando en la población general la celiaquía afecta al 1 por ciento, indica Luis Castaño, endocrinólogo pediatra del Hospital de Cruces, profesor de Pediatría de la Universidad del País Vasco y miembro del CIBERDEM.
PÁNCREAS E INTESTINO.
Ambas patologías tienen su origen en una alteración del sistema inmune. En los diabéticos tipo 1 dicha alteración daña el páncreas y en los celiacos el intestino. “Pero como el origen es muy parecido, a veces se destruyen los dos órganos. Por ello ambas enfermedades aparecen juntas con más frecuencia de lo que se esperaría en la población general teniendo en cuenta la prevalencia de cada una de ellas”, explica Castaño.
Tanto la diabetes como la enfermedad celiaca tienen un componente hereditario. “La genética tiene algo que ver con que uno padezca una u otra o incluso las dos enfermedades. De hecho, a veces hay casos de enfermedad celiaca y de diabetes en la misma familia”, afirma José Ramón Bilbao Catalá, doctor en Biología e investigador del Hospital de Cruces, profesor de Genética de la Universidad del País Vasco y miembro del CIBERDEM.
En las investigaciones que se están llevando a cabo en los últimos años se ha observado que “los genes de susceptibilidad para la diabetes tipo 1 y para la enfermedad celiaca en muchas ocasiones son comunes”, destaca Bilbao. De este modo, “cuando uno tiene predisposición genética a la diabetes o a enfermedad celiaca, realmente tiene mayor predisposición a las dos enfermedades y no solamente a una”, aclara.
Según comenta el doctor Castaño, son los factores ambientales los que hacen que en un individuo con una genética determinada se desarrolle diabetes, celiaquía o la combinación de ambas.
No obstante, es necesario señalar que la enfermedad celiaca está relacionada con la diabetes tipo 1 pero no con la tipo 2. Esto se debe a que tanto la diabetes tipo 1 como la celiaquía son patologías autoinmunes mientras que la diabetes tipo 2 está relacionada con otros factores, entre ellos la obesidad.
Es posible que un diabético tipo 2 tenga también enfermedad celiaca o viceversa, pero esto sería fruto de la casualidad ya que ambas son patologías relativamente frecuentes. Una coincidencia que, según explica el doctor Castaño, podría darse “por la propia lógica de los números”. /EFE
Fuente: 2001