Un grupo de investigadores publicó un nuevo estudio como parte de un programa de dos años de duración llamado “Estudio aleatorio controlado de intervención dietaria”. Para el mismo se asignó al azar a 322 personas moderadamente obesas, la mayoría de ellos hombres, a las tres categorías de dieta. Los participantes recibieron asistencia para la educación sobre las dietas.
Las personas moderadamente obesas que consumieron la dieta mediterránea perdieron más peso que los grupos de personas que han seguido ya sea una dieta baja en grasas o una dieta baja en carbohidratos, informaron los investigadores.
El grupo de la dieta mediterránea pesaba casi siete kilos menos de lo que pesaba seis años antes. En el grupo bajo en carbohidratos, el total fue de 3,7 libras y el grupo bajo en grasa fue de 1,3 libras. La dieta mediterránea es una basada en los hábitos alimenticios de las personas que viven en esa parte del mundo, de alta calidad en materias primas y que incluye el aceite de oliva y el pescado.
Después de dos años, la pérdida de peso promedio fue de 6,4 libras en el grupo bajo en grasa, casi 10 libras en el grupo Mediterráneo y 10,3 en el grupo bajo en carbohidratos. En ese momento, 259 personas permanecieron en el estudio. Después de seis años, el 67% había continuado con su dieta original, el 11% había cambiado a otra dieta, y el 22% no estaban a dieta.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que la intervención tenía efectos favorables de larga duración, posteriores a la intervención, en particular entre los participantes que recibieron la dieta mediterránea y baja en carbohidratos, a pesar de un parcial de recuperar peso.