La comparecencia de la jefa legal de Ecclestone se desarrolló en un clima de mucha tensión entre los dos equipos jurídicos, quienes discutían sobre la exactitud de la traducción de su declaración del inglés al alemán.
Los abogados de Ecclestone destacaron que el testimonio de Woodward-Hill debía traducirse meticulosamente porque Sacha es un testigo muy importante. Por ejemplo, hubo problemas con la traducción de la palabra inglesa "cordial" o con el estado civil de ella que, a pesar de confirmar que estaba solterta, el traductor pensó que hacía dicho "estoy casada".
Woodward-Hill señaló en su testimonio que los 44 millones de dólares (más de 32 millones de euros) que Ecclestone pagó a Gribkowsky fueron fruto del miedo por las amenazas que el británico recibía del exbanquero del BayernLB, quien supuestamente lo intimidaba con denunciarlo ante las autoridades fiscales del Reino Unido.
"Mi impresión era que el señor Gribkwosky sabía muy bien que la inspección fiscal podría tener consecuencias muy serias (para Ecclestone)", señaló Woodward-Hill.