La enfermedad celíaca: Una enfermedad desapercibida

Por Fat


La doctora del Hospital Universitario de Leiden (Países Bajos), María Luisa Mearín, ha advertido de que la enfermedad celíaca se encuentra entre las 10 que con mayor frecuencia pasan desapercibidas.
De esta forma lo ha asegurado la doctora en el marco del II Congreso de la Sociedad Española de Enfermedad Celíaca, celebrado en Canarias. Asimismo, Mearín ha subrayado que la enfermedad celíaca es 'un problema oculto de salud pública a nivel mundial', ya que actualmente un uno por ciento de las personas de ascendencia blanca la padecen y, sin embargo, la mayoría de casos 'no están diagnosticados'.

La Dra. Mearín señaló que la prevalencia de la celiaquía 'es muy superior' a la de una serie de enfermedades para las que existen programas de cribado. De esta forma, la especialista incidió en la importancia de la prevención, con medidas que varían según a qué nivel se actúe. Respecto a la necesidad de realizar o no un screening de la enfermedad de manera general, señaló que 'todo depende del país donde se trate y el nivel socioeconómico del mismo'.


Mearín afirmó que la mayoría de los principios para la detección de masas se cumplen en la enfermedad celíaca pero la historia natural de esta patología 'no es conocida y no está claro' si los niños que no tienen ninguno de los síntomas sutiles de la celiaquía identificados por cribado poblacional, tienen los mismos riesgos y complicaciones a largo plazo que los menores con enfermedad celiaca diagnosticada clínicamente.
Al respecto, indicó que se ha realizado un estudió a 32 niños sin diagnóstico de enfermedad celíaca de entre 2 y 4 años, de los que 26 menores (el 81%) iniciaron una dieta libre de gluten, ya sea inmediatamente después del control diagnóstico o en algún momento posterior.


En este sentido, explicó que en el momento del diagnóstico se constató que los niños con síntomas tenían una baja calidad de vida asociada con la salud respecto a los que no padecían la enfermedad celiaca. Y a los 10 años, el 66 por ciento de los niños tratados aumentaban su calidad de vida asociada con la salud y era similar a la de la población de referencia.


Finalmente, Mearín precisó que los resultados sugieren que el tratamiento con una distribución general de alimentos para los pacientes sin síntomas no debe seguir automáticamente el diagnóstico, pero tendría que adaptarse al paciente mediante la realización de un seguimiento cuidadoso y comenzar la dieta 'tan pronto como el paciente desarrolla los síntomas'.