“Las proteínas, en las que se basan la mayoría de las dietas milagrosas, ayudan a perder peso, pero fundamentalmente agua, no grasa”, dice Victoria Aguilar, catedrática en Nutrición de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
“A corto plazo”, añade, “pueden aumentar los niveles de colesterol y, con el tiempo, pueden producir lesiones en el hígado y en el riñón”.
La pregunta es como distinguir las dietas sanas de las dietas engañosas que ponen en riesgo la salud. Existen unos elementos claves para reconocer una dieta equilibrada y saludable.
Primero y lo más importante, hay que saber que no se puede perder kilos en un tiempo récord sin riesgos para la salud. Este tratamiento debe realizarse bajo control médico.