En la constelación del Can Mayor, también llamada”perro guardián”, nos encontramos a la esplendida estrella blanca Sirio o Sirius ( Sirius del griego abrasador o centelleante), también se la llama, la estrella Perro. Sirio figura en muchas leyendas de civilizaciones antiguas y también se la ha usado como referente astronómico, la civilización egipcia basaba su calendario en su desplazamiento anual a lo largo de los cielos. El año comenzaba con la aparición de la estrella Sirio (“Soped” para los antiguos egipcios) en el horizonte, que coincidía con el inicio del período de inundación del río Nilo. Así, el calendario egipcio era de 12 meses de 30 días, divididos en 3 estaciones: “Akhet” (período de inundación), “Peret” (época de siembra) y “Shemou” (tiempo de cosecha), y 5 días más para vacaciones para el culto de los dioses, totalizando así un año de 365 días.
Es la estrella más brillante de la bóveda celeste con una magnitud de -1.44. Os explico que significa esa numeración de brillo.
Para catalogar el brillo de las estrellas se utilizan muchos métodos pero aquí voy a explicar en primer lugar el método más sencillo, el utilizado por el astrónomo Griego Hiparco y el definitivo el del astrónomo Norman Pobson.
Hiparco clasificó las estrellas en categorías, a las que denominó magnitudes. La primera categoría o primera magnitud correspondía a las estrellas más brillantes y que aparecían en cuanto se ponía el Sol. Las estrellas que eran aproximadamente la mitad de brillantes las denominó de segunda magnitud, y así sucesivamente hasta las de sexta magnitud, que son las estrellas más débiles a simple vista y eran las que empezaban a desaparecer al amanecer. Entonces su clasificación fue: de 1 a 6 según disminuía el brillo. En el siglo XIX se mejoró esta clasificación, el astrónomo inglés Norman Pobson descubrió que una estrella de 1ª magnitud era 100 veces más brillante que una de la 6ª magnitud. Y que el ojo humano reacciona de forma logarítmica al brillo de la estrella con lo que habría que introducir una formula con logaritmos ya que las medidas de brillo de Hiparco no se correspondían con el brillo aparente de la estrella sino con el logaritmo del brillo.
Por tanto Pobson determinó que:
-La magnitud aparente depende linealmente del logaritmo decimal del brillo. La escala es negativa, o sea, cuanto mayor sea la magnitud, menor sera el brillo. Una diferencia de cinco unidades en magnitud aparente corresponde a una relación entre brillos de 100. Con todo eso se puede escribir la expresión siguiente para la magnitud aparente m:
Donde b es el brillo aparente de la estrella y bo el brillo aparente de una estrella tomada como referencia, que establece el origen de la escala y se toma de manera que las medidas coincidan aproximadamente con la clasificación de Hiparco.
En el cielo se toma como referencia la estrella Vega, cuyo brillo aparente es: 0.0, a partir de ahí y en comparación con ella podemos clasificar otras estrellas, por ejemplo:
Estrella polar: 1.97, Arturo: -0.04 o nuestra estrella Sirio: Brillo: -1.46
Y nuestros astros más grandes tienen por tanto un brillo mucho mayor: la Luna llena, -12 , El Sol -26.
Ya sabemos que significa el brillo aparente de las estrellas, es ese brillo la estrella más brillante del firmamento es Sirio, pero también tiene algunas curiosidades más. Está cerca de nuestro sistema solar a unos pocos 8,6 años luz ( es la séptima estrella más cercana).
Sirio es una estrella doble, y su compañera es la primera estrella enana blanca conocida. Se la llama entonces Sirio A y Sirio B. la más brillante es una estrella blanca con una temperatura superficial de 10.000 ºC y su estrella compañera Sirio B es una estrella azul enana blanca muy caliente, tiene una temperatura superficial de 25.000 ºC.
Esta imagen es una impresión artística que muestra el sistema binario de estrellas de Sirio A y su compañera azul, Sirio B. La gran estrella blanca azulada Sirio A domina la escena, mientras que Sirio B es la estrella pequeña pero muy caliente y azul enana blanca de la derecha. Las dos estrellas giran una alrededor de la otra cada 50 años. Créditos: NASA, ESA y G. Bacon (STScI)
Las podemos ver ambas en la siguiente imagen adquirida por el telescopio espacial Hubble:
Podemos encontrarla en la constelación de Can Mayor, muy cercana a la constelación de Orión,
Toda una estrella preciosa y brillante que os invito a descubrir en el cielo.