La literatura española siempre se ha caracterizado por una gran afluencia de autores muy importantes que han dejado huella en ella con su obra, evolucionando con el paso del tiempo. El neoclasicismo y el siglo de las luces con el predominio de la razón, el siglo XIX rebosante de pasión y libertad, el posterior realismo y naturalismo, la gran explosión de obras de las generaciones del 27 y el 98, la literatura anterior y posterior a la Guerra Civil, manchada de desilusiones y tristeza… ¿y qué pasa más recientemente?
A partir de los años 60, las novelas se han caracterizado por contener cada vez más elementos fantásticos y oníricos, y se pusieron de moda los saltos hacia atrás en el tiempo, o flashbacks. También se tendió a dejar los finales abiertos, tanto en poesía como en narrativa, ya que de esta manera el lector podía imaginarse aquél que le complaciera más.
Los últimos 25 años del siglo estuvieron marcados por obras que relegaron su argumento a un segundo plano, importando más la forma que el contenido, y dirigiéndolas a un público culto que disponía del tiempo suficiente para leer y disfrutar leyendo. Además, por la situación política que se estaba viviendo en España, muchos autores utilizaban sus obras para mostrarse contrarios al régimen de Franco.
En los últimos años, la cantidad de obras literarias ha aumentado muchísimo gracias, sobre todo, a la diversidad de premios literarios que se entregan hoy en día y a la creación de grandes cadenas de distribución y multitud de tiendas online de libros
Actualmente se imponen las novelas de género histórico y de aventuras, y siempre con aquellas historias que buscan emocionar al lector y conectarlo con su trama y sus personajes, haciendo de la lectura un hobby que aporta una verdadera experiencia, más allá de la misma lectura.