Año: 1942
Director: Irving Rapper.
Reparto:
Bette Davis (Charlotte Vale)
Paul Henreid (Jerry Durrance)
Claude Rains (Dr. Jaquith)
Gladys Cooper (Mrs Henry Vale)
Bonita Granville (June Vale)
El mayor éxito en la carrera de Bette Davis; que sin ser guapa, ni tener una figura envidiable, ni ser la más seductora de las diosas del olimpo de Hollywood, demostró al mundo con su interpretación en esta película lo que significa ser una grandísima actriz.
La Davis pasa de ser una jovencita desgraciada, totalmente atormentada, insegura y absolutamente dominada por su insoportable y egoísta madre, con un físico de lo menos atractivo y seductor a convertirse, gracias al amor y comprensión de un encantador Paul Henreid, en una mujer independiente, segura de sí misma y valiente.
Una película de detalles, de silencios y de miradas. Una película en la que los ojos y las manos de Bette Davis nos hablan continuamente de sus miedos, sus deseos y sus inquietudes. Una película llena de matices y escenas memorables.
La escena en la que Jerry enciende los dos cigarrosa la vez para que él y Davis fumen juntos, recurrente en la película, es antológica, por no decir una de las más emblemáticas de la historia del cine romántico. Una escena con una carga emocional y sensual impresionante. La complicidad de su mirada en ese momento expresa inequívocamente el amor que se profesan, la necesidad de explotar intensamente ese instante compartido, así como lo imposible de ese amor.
Una película preciosa, de esas que te dejan un grato sabor cuando la terminas de ver y que, como el tiempo ha demostrado, volverías a ver con sumo placer.
La película reflexiona sobre las relaciones en el seno de la familia y las consecuencias negativas que una disciplina excesivamente estricta puede acarrear en la personalidad de los hijos. La película es un canto a la libertad y a la sana responsabilidad de tomar tus propias decisiones, aunque no sean las correctas y te hagan equivocarte. Seguramente conmocionaría a la más estricta sociedad americana de los años 40.
Aunque no sé si más que un canto a la libertad lo es más aún al amor y a la generosidad. Un canto al amor profundo e incondicional. Amor rebosante de generosidad en el que una mujer piensa antes en la felicidad de la persona que ama que en la suya propia.
Me quedo con esta frase:
“No pidamos la luna, porque tenemos las estrellas”.
Está claro que soy una romántica empedernida…
Premios:
Oscar en 1942 a la mejor banda sonora (Max Steiner).
Nominada a la mejor actriz y a la mejor actriz secundaria.
Premio en 2007 del National Film RegistrationBoard.
- La película iba a ser dirigida por Edmund Goulding, con la idea de darle el papel protagonista a IrenneDunne. Pero cayó enfermo y la dirección pasó a Michael Curtiz, que pensó mejor en Norma Shearer o Ginger Rogers. Bette Davis, mientras tanto, peleó por conseguir el papel, cosa que consiguió siempre que Curtiz no la dirigiera. Fue entonces cuando se decidió que Irving Rapper fuera el director.
- Fue el mayor éxito de taquilla de Bette Davis en toda su carrera.
- La escena en la que Paul Henreid enciende dos cigarros para darle uno a Bette Davis se hizo tan famosa, que las mujeres cuando veían a Henreid le entregaban dos cigarros de su propia cajetilla para que él las encendiera el suyo.
- La película está basada en una novela que forma parte de una serie de cuatro libros. Ésta es la tercera parte.
- A Bette Davis no le gustó el Oscar a Max Steiner, argumentando que la música se entrometía demasiado en su papel.
- Las escenas de los cigarros son más antiguas. Ya se habían hecho en otras películas.
- Claude Rains terminó su última escena de esta película y a la mañana siguiente estaba empezando a rodar “Casablanca”.
- La escena del taxi hay que verla en versión original, porque es totalmente veraz. El taxista no hablaba ni portugués, ni inglés y ni Bette Davis ni Paul Henreid hablaban portugués. El taxista hace un pastiche entre portugués, español y siciliano, con lo que la escena resulta aún más cómica.
- El tema de amor de la banda sonora fue posteriormente utilizado en una seductora escena en la película protagonizada por Joan Crawford de 1945 “Alma en suplicio”.
Escenas memorables de la película:
Imágenes:
Wikipedia, Cine-fille.com, Reelclub.wordpress , Music Stack.com, Steven Benedict.ie