"Hay que exigir planificación, promoción de salud, desmedicalización, racionalidad y participación. La necesidad de reducir el gasto sanitario puede transformar la crisis en una oportunidad para mejorar la calidad", señala la Federación
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha presentado su alternativa frente a "los recortes y los intentos de privatización", tal como ha definido la situación actual de la Sanidad Pública española. Frente a ella, la FADSP ha presentado sus 'Propuestas de medidas para mejorar la eficiencia del sistema sanitario'; se trata de una serie de estrategias de mejora de la racionalidad en la utilización de recursos y participación.
"Frente a los recortes y privatizaciones del Gobierno Central y de las CCAA hay que exigir planificación, promoción de salud, desmedicalización, racionalidad y participación.
La necesidad de reducir el gasto sanitario puede transformar la crisis en una oportunidad para mejorar la calidad, la eficiencia y la seguridad del sistema introduciendo cambios estratégicos que no afectarían al derecho a la atención de los pacientes ni a la estabilidad laboral o profesional de los trabajadores del sistema público", resume la Federación.
Las propuestas de medidas para mejorar la eficiencia del sistema sanitario de la FADSP comienzan por la de elaborar Planes de salud nacionales (el Plan Integrado de Salud definido en la Ley General de Sanidad y ley de Cohesión), de comunidad autónoma y de área sanitaria, con la participación de ciudadanos y profesionales. La segunda sería dotar a las áreas sanitarias de instrumentos de gestión integral e integrada. Y la tercera, incorporar en todos los niveles asistenciales del sistema los instrumentos de la Medicina basada en la evidencia y de gestión clínica participativa.
La separación de la Medicina Pública y Privada, con exigencia de dedicación exclusiva de los profesionales sanitarios; la profesionalización de la gestión sanitaria; promover la racionalidad de las actuaciones de los profesionales sanitarios con incentivos que premien la calidad y el uso racional de los recursos; o la financiación y gestión pública de los recursos sanitarios públicos son otras de las normas básicas a implantar, entiende la FADSP.
Otras medidas son las de crear una agencia para la evaluación y control de las nuevas tecnologías sanitarias; introducir el criterio de necesidad para autorizar la incorporación de nuevos fármacos a la financiación pública y control de la promoción de fármacos y recursos tecnológicos por la industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias; crear una central de compras para todo el sistema sanitario; potenciar la Atención Primaria como eje del sistema dotándola de recursos y de capacidad para controlar a los pacientes en su circulación por el sistema; potenciar la promoción de salud y de la salud pública; y crear instrumentos de participación de la población en todos los niveles del sistema con carácter ejecutivo.
-La crisis
Para la FADSP, "el argumento de la crisis económico-financiera y la necesidad de cumplir con los criterios de déficit de la Unión Europea está siendo utilizado por las fuerzas neoliberales que dominan los gobiernos central y autonómicos, para alegar que el sistema sanitario público es insostenible y ello obliga a introducir recortes en las prestaciones, recurrir a la financiación privada para levantar nuevas infraestructuras y externalizar (privatizar) gran parte de los servicios".
"Esta tesis está siendo difundida con profusión en los distintos foros y medios de comunicación, que han logrado infundir en una parte de la población y de los profesionales sanitarios la creencia de la inevitabilidad de dichas medidas y la necesidad de aceptarlas como un mal menor", añade.
Frente a ello, la Federación aboga por "abrir un proceso de información y debate social y profesional sobre las causas de la crisis, los factores responsables del gasto sanitario y las posibilidades de financiación del mismo", y recuerda que España ocupa uno de los lugares más bajos de la Unión Europea y de la OCDE, en gasto sanitario público, tanto en porcentaje de PIB como en dólares per cápita con poder paritario de compra.
La FADSP alerta sobre el peligro de los copagos, que "limitan el acceso a los recursos y que sólo afectan a los sectores sociales con menor capacidad de compra, que empiezan a ser ayoritarios (...) y sobre la oferta de servicios públicos en forma de cierre de camas hospitalarias, de servicios de urgencias, de ambulancias... o suprimiendo el derecho a la asistencia a colectivos como los inmigrantes y persona sin papeles o marginadas".
"Sin embargo, los determinantes del crecimiento del gasto sanitario tienen poco que ver con las características y necesidades de la población (envejecimiento, problemas de salud crónicos) y están directamente relacionados con la organización, funcionamiento, orientación del sistema y con la cultura y actitud de los responsables sanitarios y de parte de los profesionales", argumenta.
Y así, se refiere a "la ausencia de planificación en la asignación de los recursos; la descoordinación de los niveles asistenciales; la deficiente formación de los gestores sanitarios; el abuso de las tecnologías diagnósticas y terapéuticas; el abuso de la prescripción farmacológica; la variabilidad injustificada de la práctica clínica; la Medicina defensiva; las prolongadas estancias hospitalarias; la parasitación del sector público por el sector privado; el hospitalocentrismo; el abandono de la Atención Primaria y de la promoción de la salud".
Por ello, insiste la FADSP, "el 30 por ciento de las decisiones clínico terapéuticas no están basadas en criterios científicamente comprobados; las innovaciones tecnológicas y terapéuticas de alto coste se generalizan sin evaluación previa; la tercera parte de los medicamentos consumidos por los mayores de 65 años son innecesarios; el doce por ciento de los ingresos hospitalarios en España están relacionados con reacciones adversas a fármacos de los que la mitad serían potencialmente prevenibles".
Actuar sobre estos condicionantes, subraya la FADSP, "permitiría reducir gasto y mejorar la racionalidad, la eficiencia y la seguridad del sistema sanitario".
**Publicado en "EL MEDICO INTERACTIVO"