Pero bueno, dejando de lado este matiz gramatical, la preocupación de los padres por la alimentación y la salud de los más pequeños es muy común (aunque a veces, hasta puede llegar a niveles exagerados).
Con el regreso a la escuela (y guarderías), vuelve la etapa de los virus que se contagian con tanta facilidad entre los más pequeños.
La mayoría de los niños tienen, de promedio, entre 7 y 10 resfriados al año. En las familias con niños que van a la guardería o a la escuela, el número de resfriados o enfermedades víricas, puede alcanzar hasta los 14 al año.
Cuando se está resfriado, normalmente el apetito suele disminuir, pero si a eso le sumamos que muchos niños ya de por sí, no son grandes comedores, el problema se ve acrecentado (o por lo menos la preocupación de los padres).
Para ayudar a combatir estas dos problemáticas, (la falta de apetito y los resfriados), quizá se puede prevenir gracias a los productos naturales.
Pero veamos con más detalle la función y propiedades de cada uno de ellos:
Própolis: Es una sustancia resinosa que las abejas obtienen de las yemas de los árboles y de algunos vegetales.
Sus propiedades son varias: antibacterianas, antivirales, inmunoestimulantes, antiinflamatorias y ligeramente analgésicas.
Jalea Real: Es el alimento más concentrado de la naturaleza por su equilibrado conjunto de vitaminas, minerales y elementos vitales por lo que juega un rol decisivo en los procesos de restitución celular.
Es totalmente asimilable y pasa directamente a la sangre para enriquecer los tejidos de reposición y de crecimiento. Proporciona al organismo la recuperación de fuerzas y del apetito.
Se recomienda hacer una “cura” de jalea real (adaptada para niños), entre 3 y 4 semanas antes del cambio estacional, tanto en primavera como en otoño (ahora sería una buena época).
Polen: El polen está compuesto por granos diminutos que están contenidos en la parte masculina de las flores y que recogen las abejas y depositan en la entrada de la colmena. Contiene proteínas de alto valor biológico, (casi todos los aminoácidos esenciales) y es una buena fuente de vitaminas, entre las que cabe destacar las del grupo B, la vitamina C, E y betacaroteno, así como en diversos flavonoides como la quercetina.
En la medicina popular, el polen es un remedio natural usado fortalecer el organismo y el sistema inmunológico, sobre todo de niños propensos a coger resfriados y dolencias típicas del invierno, así como para estimular el apetito de los que suelen comer más bien poco.
En cuánto a qué elegir, es decir, si es mejor tomar jalea real, própolis o polen, es mejor considerar cada caso en particular, por lo que os aconsejo consultar con vuestro pediatra, farmacéutico o profesional de la salud. Aunque en general, quizá sería mejor comenzar con la jalea real o el polen (para prevenir), y optar por el própolis, cuando el resfriado ya ha entrado en juego.
Besos desde mi blog!!!