Los profesionales sanitarios no tratan de manera sistemática a sus pacientes de acuerdo a las metas planteadas por las guías de hipertensión arterial de las Sociedades Europeas de Hipertensión y de Cardiología (ESH-ESC, según sus siglas inglesas). Este es uno de los principales hallazgos de la encuesta SHARE (Supporting Hypertension Awareness & Research Europe-wide, es decir, Apoyo a la concienciación e investigación sobre hipertensión en Europa), cuyos resultados se publican en “Journal of Hypertension”.
La falta de seguimiento por parte de los médicos de las directrices marcadas por las guías europeas es uno de los factores que contribuyen en mayor medida a aumentar las cargas asociadas con la hipertensión, enfermedad que padecen más de 1.000 millones de personas y que causa 7,6 millones de muertes anuales. Sólo en España, se calcula que padecen hipertensión arterial más de 13 millones de personas. Si no se trata adecuadamente, esta enfermedad puede producir serias complicaciones cardiovasculares entre las que se encuentra el infarto y el ictus. Asimismo, la falta de control de la hipertensión es uno de los principales factores de gasto sanitario y sólo en Europa se calcula que la salud cardiovascular supone un coste de más de 190.000 millones de euros al año.6
-Principales resultados
La encuesta SHARE ha contado con la participación de 2.629 médicos de atención primaria y especialistas de toda Europa. Según los resultados, el 90% de los entrevistados afirman que no toman medidas frente a la hipertensión de sus pacientes hasta el momento en que los niveles de presión arterial diastólica superan los niveles recomendados por las guías, cifra que se eleva al 95% de los entrevistados en el caso de la presión arterial sistólica.
A pesar de que el 82% los profesionales sanitarios europeos consideran que los objetivos de presión arterial de 140/90 mmHg marcados por las guías ESH-ESC son “correctos en líneas generales”, la media de presión arterial a partir de la cual empiezan a ver motivos de preocupación es de 149/92 mmHg, bastante por encima de lo que dictan las guías. Más aún, los médicos entrevistados consideran que la presión arterial debe alcanzar una media de 168/100 mmHg para sentir que deben tomar medidas inmediatas.
“Cualquier paciente con una presión arterial superior a 140/90 mmHg necesita ser tratado adecuadamente para reducir su nivel de hipertensión y, por tanto, el riesgo de enfermedad cardiovascular. Al retrasar el tratamiento, los médicos están incrementando potencialmente la posibilidad de que sus pacientes sufran un evento cardiovascular”, afirma el Profesor Roland Schmieder, Profesor de Medicina Interna, Nefrología e Hipertensión y Jefe de la Unidad de Competencia de Investigación Clínica de Hipertensión y Medicina Vascular del Hospital Universitario de Erlangen, Alemania, y miembro del Comité Organizador de SHARE. “Como médicos, tendemos a asumir que si el paciente no alcanza sus objetivos de presión arterial es debido a su falta de adherencia al tratamiento, pero esta encuesta muestra claramente que los profesionales sanitarios también podemos hacer más a la hora de ayudar a nuestros pacientes a alcanzar sus objetivos de hipertensión”, añade el Profesor Schmieder.
El objetivo de SHARE es comprender los retos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios a la hora de lograr que sus pacientes alcancen los objetivos de presión arterial propuestos. Se trata de una iniciativa auspiciada por líderes europeos en el ámbito de la hipertensión que cuenta con el apoyo de Daiichi Sankyo. SHARE forma parte de HypertensionCare, la plataforma a través de la cual Daiichi Sankyo pone a disposición de los profesionales sanitarios servicios, conocimiento y una amplia gama de medicamentos basados en olmesartán, todo ello con el objetivo de contribuir a combatir eficazmente la hipertensión arterial.