La Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) emitió ayer un comunicado para exponer su postura en relación con informaciones aparecidas en los medios de comunicación referentes a las consecuencias que la práctica deportiva de alta intensidad puede tener sobre el corazón y que, al parecer, provienen de un estudio realizado en un modelo animal, que utiliza ratas a las que se somete a entrenamiento de carrera de fondo a elevada intensidad y durante un tiempo que, según los investigadores, equivaldría a 10 años de entrenamiento de un maratoniano.
Al respecto, la FEMEDE ha realizado las siguientes consideraciones:
1.-La actividad física y deportiva es una herramienta de primer orden para la prevención y tratamiento de un número cada vez mayor de enfermedades crónicas, incluidas enfermedades cardiacas como la cardiopatía isquémica y el trasplante cardiaco.
2.-Es bien conocido que la actividad física de alta intensidad produce adaptaciones que pueden provocar alteraciones cardiacas que requieren un manejo médico especial.
3.-Los especialistas en Medicina del Deporte son conocedores de este problema, forma parte de su trabajo habitual y someten a sus deportistas a las exploraciones y controles adecuados para preservar su salud de la forma más adecuada posible.
4.-No es aconsejable lanzar mensajes que, sacados del contexto científico básico en el que se mueven, pueden inducir a errores en la población creando una alarma injustificada y haciendo inútiles tantos años de lucha contra el principal enemigo de nuestra sociedad que es el sedentarismo.