Aunque la ventaja obtenida por el conjunto con sede en Brackley es mínima con esta táctica, hay que recordar que a la hora de la clasificación, cada milésima de segundo vale oro, sobre todo cuando se disputa por la P1.
Red Bull decidió escribir una carta a la FIA para que ésta, aclarase el asunto de una vez por todas. Como respuesta, el órgano rector de la F1, confirmó la ilegalidad de estas tácticas, aunque aclaró que era imposible descartar un pequeño consumo de aceite por el simple uso del motor.