Un depósito del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, en la Vía Complutense, está preñado de decenas de toneladas de tapones de plástico. En el último mes se han recogido unas 20. «¡Y mira que en Navidad, cuando empezamos, conseguimos nueve y nos parecían muchísimas!», dice Rocío, la madre de Sara.
Sara tiene 11 años y va en silla de ruedas. Sufre ataxia telangiectasia. Sus músculos se van apagando progresivamente. No hay cura para su enfermedad, pero los tapones sobre los que ella misma se zambulle podrían ser un camino para lograr una solución.
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*EL MUNDO