La Fundación Gates ha destinado 1,5 millones de dólares (cerca de 1,12 millones de euros) a un proyecto internacional que coordinará el Imperial College de Londres, cuyo objetivo será mejorar el control de la solitaria porcina, un parásito que causa la epilepsia en humanos.
Se trata de un proyecto de la Iniciativa de Control de la Esquistosomiasis (SCI, por sus siglas en inglés), que investigará si los esfuerzos para combatir la solitaria porcina con fármacos pueden integrarse en los actuales programas de prevención de esta enfermedad.
Entre los participantes del programa se encuentra el Instituto de Medicina Tropical (ITM), en Antewerp, que se encargará de desarrollarlo en Congo, donde llevan años investigando al parásito.
La incidencia de la epilepsia en África Subsahariana se ha incrementado en la última década por el aumento de la cría de cerdos y el consumo de su carne.
Un estudio reciente realizado en Tanzania demuestra que el 14 por ciento de los casos de epilepsia pueden ser causados por este parásito.
El último año, los científicos del ITM descubrieron la solitaria del cerdo en cuatro de cada diez cerdos de Congo, un número que consideran "preocupante".
También en 2010 los científicos del ITM han demostrado que los cerdos pueden ser vacunados contra la solitaria, lo que rompería el ciclo por primera vez. No obstante, la vacuna no está aún disponible.
La infección por solitaria porcina afecta a las personas que comen carne de cerdo poco hecha que contiene su larva. Esta larva se convierte en una solitaria dentro del organismo y se instala en el intestino, donde suele causar pequeños daños. Además, allí produce huevos que deposita en el cuerpo, junto a sus excrementos.
En lugares donde los cerdos tienen acceso a heces humanas, como en los países pobres, los huevos producen larvas que se instalan en el cerdo, perpetuando el ciclo. Los problemas aparecen cuando una persona ingiere estos huevos, a través de agua o comida contaminada.
Dentro de los seres humanos, estos huevos crecen en quistes dentro de los tejidos, incluido el tejido del cerebro, donde pueden causar problemas neurológicos severos, como la epilepsia.