La gastroenteritis aguda (GEA) es una inflamación de la mucosa gástrica e intestinal, habitualmente de causa infecciosa, que cursa con un cuadro de deposiciones líquidas en número aumentado que suele acompañarse de fiebre, vómitos y dolor abdominal. ¿Se contagia?
¿Cuales son las causas de la gastroenteritis?
Hay también otras causas menos frecuentes de diarrea, como son las infecciones no digestivas (una otitis media o infecciones de orina) y causas no infecciosas: intolerancia a las proteínas de vaca o gluten, introducción de nuevos alimentos inadecuadamente, dieta hiper o hipocalóricas, enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de chron o la colitis ulcerosa, enfermedades sistémicas como el hipertiroidismo o la fibrosis quística, toma de laxantes, antibióticos... pero como os decía, son causas mucho menos habituales de diarrea en niños.
¿Qué síntomas aparecen?El síntoma principal de la gastroenteritis son las heces de menor consistencia y en mayor número. Éstas además pueden presentar sangre o moco. Otros síntomas son: la fiebre, náuseas, vómitos, y dolor abdominal tipo cólico. En general es un proceso que se resuelve solo. Suele durar 3-5 días, siendo normal hasta 2 semanas. Si bien es cierto que este cuadro puede prolongarse todavía más por la aparición de intolerancia a la lactosa o sensibilización a las proteínas de la leche de vaca.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
¿Cómo se trata?Existen muchos mitos alrededor del tratamiento de la gastroenteritis. Así, a la vista de nuevos estudios, han ido apareciendo nuevas recomendaciones y desterrando creencias que carecen de beneficio. Así pues:
-Soluciones de rehidratación oral: constituyen el tratamiento de elección de la gastroenterititis. Se pueden comprar en farmacias, y las hay de multitud de sabores, adaptándose a los distintos gustos de los niños. Son un método seguro, rápido, económico y no agresivo. Cuando un niño vomita, es necesario darla cada 5 minutos en pequeñas cantidades (sobre 5 mL), por ejemplo con una jeringa, sin forzar, para ir aumentando progresivamente las tomas según tolerancia. Si el niño vuelve a vomitar, hay que dejar reposar el estómago media hora, para volver a intentarlo posteriormente. Los sueros de rehidración oral tienen que tener unas características adecuadas (relación glucosa/sodio inferior a 2/1) y una osmolaridad similar a la del plasma. Estas condiciones no la cumplen ni las soluciones caseras, ni el famoso aquarius que se da tantas veces a los niños con gastroenteritis. El aquarios de hecho, puede aumentar la diarrea por su elevada osmolaridad y escasez de electrolitos. Las únicas bebidas que se asemejan al contenido recomendado son Isostar limón y Nestea Limón.
Por otro lado los vómitos pueden producir hipoglucemia, que da lugar a cetosis, que estimula el vómito. El uso de soluciones azucaradas en la gastroenteritis en las que predominen los vómitos y no la diarrea puede ayudar a romper este círculo.
- Realimentación precoz, en cuanto cesen los vómitos, reiniciando una dieta adecuada para la edad, sin restricciones, tan pronto como se corrija la deshidratación. No hace falta una dieta blanda. Esta es una idea muy extendida, apoyada en creencias pasadas. Se puede tomar una dieta normal, eso sí, sin exceso de grasas o azúcares simples (golosinas, chocolate, fritos...) se trata de una dieta SIN restricciones, pero CON sentido común.- En caso de alimentación con lactancia materna, ésta se puede mantener sin problema.- En caso de alimentación con fórmula, no se aconseja su dilución ni la utilización de fórmulas especiales (sin lactosa, hidrolizados...)
- El uso de antibióticos no está indicado generalmente. Esto es así por tratarse de procesos en su mayoría autolimitados. Además estos fármacos tienen poco efecto en estos cuadros, incluso pueden ser perjudiciales porque alteran la flora intestinal y favorecen el desarrollo de resistencias.
- Los fármacos antidiarreicos han sido desestimados en el tratamiento de la gastroenteritis en pediatría. Hoy en día existe la opción del racecadotrilo (tiorfan), que disminuye la secreción de agua y electrolitos en el intestino. Puede ser considerado en el tratamiento, ya que reduce la duración de la enfermedad, así como el número de deposiciones. En cualquier caso su uso debe restringirse a casos en el que las soluciones de rehidratación oral y las medidas de soporte sean insuficientes. No se debe usar más de 7 días.