La 'gatita' sin gluten

Por Susanam
 A finales de los 80, los únicos alimentos 'especializados' con los que contaban los celíacos eran unas insípidas tortitas de maíz. Sí, algunos puede que piensen en las tortitas actuales de arroz, maíz, arroz con jengibre, arroz con chocolate blanco, maíz con chocolate... etc, etc, etc. Pero no, aquellas eran más bien insulsas y con una más que elevada cantidad de fibra, por lo menos al tacto.Con el paso de los años, estos productos se han ido perfeccionando tanto que la oferta es variadísima: pan de todas las formas, clases y sabores; bollería de lo más industrial con deficiencias aún en el acabado -pero no por ello con menos mérito-; productos congelados como croquetas, lasañas, pizzas y hasta profiteroles; sopas de sobre; pastas de la más amplia gama sin quedar cual masa apelmazada dos minutos después de terminar de cocinarla, incluso de colores y con formas de animales; barquillos y galletas, aunque ninguna con un sabor que termine de convencer realmente; ¡cervezas!... para qué seguir.Una gama que nada tiene que ver con las opciones de hace veinte años. Aunque el precio es algo que si bien no cambia, aun aumenta más, en proporción directa con la variedad. Tanto se ha especializado este sector, con tanta rapidez en los últimos años, que pareciera un relato de ciencia ficción el pensar, hace escasos cinco años que entre las opciones de los celíacos pudiera llegar a encontrarse... galletas de Hello Kitty: ¡con pegatinas de regalo!

Las delicias de los más pequeños e incluso de los más crecidos que tuvieron que conformarse en su niñez con esas tortas de arroz/maíz a las que no se les había incluido todavía ni chocolate (¡ah! También son sin lactosa).Aunque más bien las delicias de quienes se lo puedan permitir, en alguna ocasión especial o como regalo de cumpleaños. Pues, como puede leerse en la letra pequeña del precio, el kilo de galletas 'kitty' sale a más de 20€/Kg... eso sí: te puedes dar el capricho de 16 galletitas (120 gr.) por el módico precio de 2,58 €. (Hay que decir que es de los precios más baratos que se pueden encontrar. Sí, hay supermercados donde se incrementa más)Sea caro (que ya lo sabemos en este sector) o no, lo cierto es que siempre resulta chocante este tipo de novedades, pero no por ello menos alentadoras por lo que ello implica. Por mi parte, seguiré sin probar esta novedad: ni me gustó mucho esta gatita, ni quiero que me guste, no vaya a ser que mi economía se vea afectada por una súbita adicción a estas galletas. Además añadir que el campo de las galletas industriales no es un campo demasiado perfeccionado por la industria del 'sin gluten', a excepción de alguna marca, a la que le queda, aún así, un largo camino.