Un estudio reciente, titulado el papel de la gratitud en personas con insuficiencia cardíaca asintomática, ha encontrado que esta actitud hacia la vida, desempeña un papel importante para el bienestar general.
Este estudio demostró que, ser agradecido contribuye a mejorar la salud de los pacientes que sufren de enfermedades del corazón. El poder de la gratitud se asoció con una mejoría en la calidad del sueño, reduciendo la fatiga, disminuyendo la depresión y mejorando el estado de ánimo y la autoeficacia en el mantenimiento de la función cardíaca.
Esto tiene implicaciones más amplias, y los investigadores creen que puede ayudar a cualquier persona. Por lo tanto, no necesitas ser una persona con padecimiento de cardiopatía para mostrar gratitud hacia los demás. Esta debe ser una actitud positiva para mejorar nuestra calidad de vida.
Estos son algunos consejos mediante los cuales podrás emplear la gratitud en beneficio de tu salud y bienestar emocional.
La gratitud como un acto consciente
Ser agradecido es una parte importante de mantenerse saludable a largo plazo, y no sólo eso, sino que también te abrirá puertas en vez de cerrar y limitar tu vida.
Puedes mostrar gratitud de diversas maneras, ¿tus seres queridos saben cuanto los estimas y cuanto les estás agradecido por pasar momentos juntos? Ser agradecido puede tomar un esfuerzo consciente. Es importante comenzar a notar los procesos de pensamiento y cómo reaccionamos ante las diferentes situaciones.
Mostrar gratitud a los seres queridos
Las personas que están más cerca de nosotros necesitan saber cuanto los apreciamos. Puedes comenzar de la siguiente manera:
- Mostrar gratitud por una acción específica.
- También puedes demostrarlo haciendo algo para ellos y para hacer su vida más fácil.
- Pasa tiempo con ellos, demostrando que disfrutas de la compañía, esto mostrará que estás presente y que le prestas atención a los demás.
- Simplemente dar las gracias mirando a los ojos, y siendo sinceros, porque lo importante es que seas consciente de todo aquello de lo que deberías estar agradecido.
- Lo mismo se aplica a colegas de trabajo, vecinos, amigos e incluso algún desconocido con el que hemos encontrado afinidad y empatía.
- A veces una simple lista de todas las cosas positivas y buenas en tu vida puede ser la mejor manera de comenzar el camino de la gratitud.
La importancia de ser agradecidos
No podemos pretender que estaremos durante todo el día dando gracias, incluso eso no sería del todo sincero ni tampoco es una meta, lo ideal es comenzar con lo inmediato, y también debemos permitirnos los altibajos naturales de todo ser humano.
Hay cosas de las cuales se puede estar agradecido sin ningún esfuerzo: Un buen sabor que llega a nuestro paladar, una felicitación recibida, un logro o un buen resultado, sin embargo, existen algunas otras cosas de las cuales podemos estar también agradecidos, aunque nos lleve más esfuerzo.
Muchas veces las dificultades, eso que nos mueve de nuestra zona de confort, nos parece algo insoportable y muy pesado, y quizás lo sea, pero de alguna manera, si somos capaces de enfrentarlo, podremos sacarle algún provecho, y no se trata de agradecerlo, ni agradecer que se haya presentado en nuestro camino, sino que debemos estar agradecidos con nuestras mejores decisiones que nos permitan seguir adelante a pesar de todo, y salir de eso que nos afecta.
Se trata de aprender a ser agradecidos, de soltarnos un poco y comenzar a dejar de exigirnos tanto, de pretender tantas cosas inalcanzables, no por darnos por vencidos, sino por que muchas veces al mirar muy lejos nos perdemos de vista lo que tenemos cerca, y quizás eso que tenemos hoy cerca no dure para siempre, y debemos apreciarlo hoy.
No tiene porqué ser un desafío comenzar a ser agradecidos, trata de verlo como una solución que tienes al alcance de tu mano, y comienza a usarla en las pequeñas cosas, que pueden ser muchas veces, las más difíciles de apreciar y las más grandes en significado.
Fuente: Lavidalucida.com
COMO LOGRAR SER AGRADECIDO
Artículo en 2 partes: Ser agradecido a largo plazo y Ser agradecido en el momento
Las personas con un fuerte sentido de gratitud, amor y aprecio no necesariamente tienen más que otros; tampoco son “más afortunadas”. Simplemente reconocen y ven el potencial en sus vidas. Un estudio realizado en el 2003 sugirió que las personas que cultivan la gratitud generalmente son más felices y sanas que aquellas que no lo hacen.[1]
PRIMERA PARTE: Ser agradecido a largo plazo
Mantén un diario de gratitud. Recordarte las cosas de las que tienes que estar agradecido y registrar tu gratitud a diario te ayuda a consolidad tu actitud agradecida.
Sin importar cuán difícil sea tu vida actualmente, siempre hay algo que agradecer, una luz brillante de gratitud. Encontrarlo te ayudará a lidiar con los demás aspectos de la vida.[2]
Registra diariamente de 3 a 5 cosas por las que te sientes agradecido. Pueden ser cosas tan simples como “el sol brillaba” o tan importantes como “mi pareja me propuso matrimonio”.
Dedica un poco de tiempo todo los días para reflexionar acerca de las cosas por las que sientes más gratitud durante ese día. Incluso podrías descubrir que hay más de 5 cosas que te gustaría registrar.
Cuando pases por un momento especialmente difícil, puede ser beneficioso revisar tus anotaciones anteriores. Si se trata de una situación realmente complicada, encuentra las cosas más pequeñas por las que puedas estar agradecido. Por ejemplo: si tienes una enfermedad terminal, es poco probable que vayas a sentirte agradecido por ello, pero puedes estarlo por el hecho de que alguien te haya traído la cena, por una cama caliente, por tu gato acurrucándose a tu lado. Todos estos detalles pueden hacer que el trauma de un evento importante (la enfermedad) sea más manejable.
Cambia completamente tu forma de pensar. Las personas que están agradecidas por sus vidas no necesariamente tienen vidas más sencillas que tú. De hecho, muchas de las personas que practican más la gratitud son aquellas que enfrentan situaciones extremadamente difíciles, pero lo hacen porque entienden que la situación en sí no es el problema, en realidad es tu manera de pensar en ella la que la hace más fácil o más difícil.
Utiliza las palabras correctas. Utilizar un lenguaje negativo y etiquetas puede hacer que una situación sea más complicada y que te cueste más sentirte agradecido en general. Por ejemplo: etiquetar una situación como “mi terrible enfermedad” empeorará más las cosas a diferencia de solo decir “la enfermedad que tengo”. En el segundo ejemplo, no solo excluyes a la enfermedad como parte de ti, sino que también la conviertes en un lenguaje neutral en lugar de uno negativo.
Martirizarte a ti y a los demás solo te hará menos capaz de sentir una verdadera gratitud. Si te das cuenta de que piensas de forma negativa de ti o de otra persona, deja de hacerlo y cambia completamente ese pensamiento. Por ejemplo: en lugar de pensar “Soy tan estúpido cuando se trata de las matemáticas”, di “Tengo algunas dificultades con este problema de matemáticas”. Esta forma de pensar replantea el problema de modo que la causa ya no seas tú, sino una desconexión existente entre tú y dicho problema, lo cual es algo que puedes superar.
Practica la concientización. Al vivir el momento haces que sea imposible para tu cerebro adelantarse y preocuparse o planificar para el futuro, o incluso quedarse estancado en el pasado. Esta es una forma de practicar la gratitud, ya que te sumerges en el presente reconociendo y agradeciendo la importancia del “ahora”.
Practica la concientización mientras comes. Es decir, no leas un libro, no mires televisión ni revises tu teléfono. En lugar de eso, enfócate en la comida que pones en tu boca: ¿está caliente?, ¿fría?, ¿cuál es su textura?, ¿a qué huele?, ¿es dulce, amarga o salada?
Hazlo mientras das una paseo o simplemente cuando estás sentado al aire libre. Observa el color del cielo y la forma de las nubes. Observa el color y la forma de los árboles y las plantas. Utiliza tu nariz para encontrar algún olor y escucha el sonido del viento en los árboles, de los niños jugando, de los autos a medida que pasan por tu lado.
Practicar la concientización es una forma de estar presente en cada evento a medida que ocurre. Se trata de una técnica que puede ayudarte a aliviar los problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad, debido a que estos tienden a ser producto del miedo al futuro y de la preocupación por el pasado.[3]
Medita. La meditación es otra de las formas increíblemente útiles de lidiar con los problemas de salud mental y con un sentido general de malestar en tu vida. También puede ayudarte a promover tus prácticas de gratitud.
Ve a un lugar tranquilo y medita durante 15 minutos diariamente. Siéntate cómodamente y comienza a respirar profundo. Tu vientre se elevará y bajara cada vez que inhales y exhales. Concéntrate en tu respiración. Cuando los pensamientos errantes demanden tu atención, reconócelos y deja que se vayan. Si desvías tu atención de la meditación, concéntrate nuevamente en tu respiración.
Puede ser útil establecer un límite en la respiración en lugar de un límite de tiempo, de modo que no tengas que ver tu reloj constantemente. Di algo como “Meditaré durante 50 respiraciones”. Si pierdes la cuenta, ¡no hay problema! Probablemente sea hora de terminar la sesión.
Desarrolla un estilo de vida sano. Ser agradecido es en realidad algo que puede ayudarte mucho a estar sano y a mantenerte así. Sin embargo, también puedes aumentar tu nivel de gratitud al desarrollar un estilo de vida sano para ti mismo durmiendo lo suficiente, bebiendo agua y comiendo de una manera que promueva tu bienestar.
Dormir es un gran componente de la salud y de la gratitud. Si bien es definitivamente admirable practicar la gratitud incluso durante esos momentos de insomnio y llenos de ansiedad en tu vida, dormir lo suficiente puede ayudarte a cultivar el sentimiento de gratitud con mayor facilidad. Procura dormir antes de las 11:00 p.m. y apagar todos los aparatos electrónicos (computadora, teléfono, iPod) 30 minutos antes de ir a la cama.
Bebe suficiente agua. Dado que el agua constituye una gran parte de nuestro organismo, es un componente necesario para asegurarte de que todo funcione a la perfección. Intenta beber al menos unos 8 vasos de agua al día.
Ejercítate. El ejercicio (en especial el del tipo cardiovascular) libera químicos que te hacen feliz tales como las endorfinas, las cuales te ayudan a regular tu estado de ánimo y te hacen sentir mejor. Intenta hacer al menos 30 minutos de ejercicio al día. Esto puede ser tan sencillo como salir a correr o poner un poco de música y bailar durante 30 minutos.
Asegúrate de consumir alimentos que le ayuden a tu cuerpo a funcionar de manera eficaz y feliz. Opta por las frutas y verduras (mientras más oscuras sean, más nutrientes tienen), como la col rizada, los pimientos rojos y los plátanos. Consume carbohidratos buenos como arroz integral, granos enteros y avena. También ingiere proteínas como el salmón, las nueces, las carnes magras y los huevos. Evita lo más posible consumir azúcar y sal. Concentra tu dieta en las mejores y más saludables partes, dándote unos gustos ocasionales.
SEGUNDA PARTRE: Ser agradecido en el momento
Toma un descanso. A veces, una buena forma de reencaminarte y de sentirte mejor es tomar un descanso. En ocasiones, necesitarás crear cosas por las cuales sentirte agradecido y un descanso puede ser una buena.
Si estás en el trabajo (o en la escuela), ve a dar un paseo alrededor del edificio o sal por unos 15 minutos para respirar aire fresco. Pasa este tiempo reflexionando acerca de lo agradecido que estás por tener la oportunidad de tomarte un descanso, de estirar las piernas y de sentir el sol.
A veces, solo necesitas tomarte unas vacaciones. Si tienes la oportunidad, ¡hazlo! Tomar unas vacaciones y salir de la rutina de tus actividades cotidianas puede darte la capacidad para apreciarlas más, así como recargarte de energías para lidiar con las cosas de las que te sientes menos agradecido.
Dile a alguien que le estás agradecido. Con frecuencia, la vida se vuelve muy ocupada y te olvidas de decirles a las personas que te preocupas por ellas, que te has dado cuenta de lo que hacen y que eso significa mucho para ti. La gente te recordará con más cariño si eres agradecido. Hacerlo desarrollará una atmósfera de gratitud que puede esparcirse gradualmente.
Habla acerca de la gratitud con tu familia. Reserva algo de tiempo, como durante una cena, para hablar acerca de las cosas de las que te sientes agradecido ese día. Deja que todos tus familiares tengan unos minutos para hablar de las cosas por las que sienten gratitud.[4]
Envía una nota de agradecimiento. Es realmente sorprendente lo que enviar una pequeña nota de agradecimiento puede hacer. Enviarle una nota de agradecimiento a una persona reconoce que te dio algo (su tiempo, su esfuerzo, un regalo) que no tenía y que aprecias lo que hizo. No necesitas escribir una novela extensa para darle las gracias, basta solo con unas cuantas líneas que le permitan saber lo mucho que esa persona y lo que te dio (un objeto, su tiempo, su energía, etc.) significan para ti.
Retribuye. Ser agradecido no solo consiste en decirle a la gente que lo eres, también se trata de retribuir a tu comunidad y a tus amigos. Esto no significa que debas hacerlo con la finalidad de estar a mano y que nadie le “deba” nada a nadie. Así no es como funciona la gratitud.[5]
Haz algo por las personas en tu vida que te han ayudado. No necesitas decirles que harás algo por ellas a cambio de lo que hicieron por ti. Eso da la impresión de ser un acto de egoísmo. En lugar de ello, cuando alguien necesite una ayuda extra, bríndasela. Por ejemplo, ayudar a tu hermana a limpiar la casa durante una temporada muy ocupada, llevar a tu abuela a sus citas con el médico o darle a tu amigo una mano para que se mude a su nuevo hogar.
Haz algo por las personas que no conoces. A veces, las personas hacen cosas por ti que no puedes retribuir fácilmente (en el sentido que deseas agradecerles y demostrarles lo mucho que significó para ti). Desde luego que debes darles las gracias y decirles lo importante que fue para ti su acción u obsequio. Por ejemplo: tu maestro te ayuda en formas que nunca podrás retribuir (escribiendo cartas de recomendación, siendo un mentor, leyendo tu trabajo), así que en lugar de retribuirle su ayuda directamente a él, puedes servir de mentor para alguien más.
Céntrate en la intención. Cuando alguien haga algo bueno por ti (te dé un regalo, te lleve una comida caliente, se ofrezca a leer y a corregir tu tesis), céntrate en la manera en la que alguien trató de traer algo bueno a tu vida. Alguien sacrificó su precioso tiempo, dinero, etc. para hacer algo por ti.[6]
Este enfoque desarrolla una atmósfera de gratitud que se transmite a las demás personas a través de tus acciones y palabras, especialmente si tienes niños.[7]
Solo di gracias. Decir estas palabras en voz alta puede ayudarte a consolidar el sentimiento de gratitud en tu vida. No solo eso, sino que les permite a otros saber que estás agradecido por las cosas que hicieron por ti. También puede ayudarte a reencaminarte cuando comienzas a sentirte sobrecargado o ansioso.
Utiliza las palabras “gracias” como una forma de oración o mantra. Puedes agradecer por cosas específicas o simplemente repetir las mismas palabras una y otra vez para ti mismo. Por ejemplo: si te encuentras en el autobús rumbo al trabajo, podrías comenzar a agradecer silenciosamente (o en tu mente) por la comida que comiste en la mañana, por la lluvia que riega los árboles, por el autobús que te lleva rápidamente a tu destino, por el impermeable que tienes para protegerte de la lluvia.
También debes recordar agradecerle a las personas que veas a lo largo del día. Agradécele al camarero que te sirve el café, a la persona que te abre la puerta, a la persona encargada del servicio de atención al cliente que te ayudó a descubrir la razón por la que no funcionaba tu teléfono. Agradecerles a las personas también crea una atmósfera de gratitud que se propagará a lo largo de los días de las demás personas.
Recuerda, es imposible estar en un estado de miedo y gratitud. Al cultivar la gratitud (dando las gracias en voz alta), puedes hacer cosas como aliviar la ira, la ansiedad (incluso la ansiedad crónica), la depresión y otros problemas de salud.
Encuentra la gratitud en acontecimientos específicos. A veces, puede ser muy difícil ser agradecido en la vida. Por ejemplo, cuando te suceden cosas como que tu pareja rompa contigo o te haga enojar, o que tu trabajo no te guste en lo absoluto. Sin embargo, estas son ocasiones en las que cultivar la gratitud es aún más importante, porque te ayudará a superar los momentos difíciles de una manera más efectiva de lo que podrías hacer estando enojado.
Para cultivar la gratitud por algo como un trabajo difícil o aburrido, haz una lista de las cosas buenas que tiene: te da dinero para poder comprar comida y tener un lugar donde vivir, te da una oportunidad de tomar el autobús hacia la ciudad y ver el sol que sale por la mañana, te permite llevar un delicioso sándwich para el almuerzo. Para poder descubrir las cosas por las que te sientes agradecido, es posible que debas empezar con algo muy pequeño, pero hacerlo te pondrá de un mejor humor y, cuando empieces a desanimarte o deprimirte por ello, saca esa lista y comienza a añadir cosas en ella.
En el caso de algo como la ruptura de una relación, definitivamente debes darte tiempo para afligirte y estar triste (estar agradecido no significa deshacerte de emociones como la tristeza, ira, etc., simplemente significa hacerlas más manejables). Después de haberte dado el tiempo para lamentarte, haz una lista de las cosas que aprendiste o de las que estás agradecido por la relación (aprendiste que no quieres estar con una persona madrugadora, aprendiste cómo comprometerte, etc.) y luego haz otra con las cosas que agradeces del término de la relación (ahora puedes dejar tus cosas donde quieras, puedes comer arándanos que antes no podías porque tu ex pareja era alérgica, etc.).
Básicamente, puedes aplicar tu técnica de gratitud en cualquier situación. Siempre hay algo de lo que estar agradecido, aun cuando sea muy pequeño (el sol que brilla, por ejemplo). Encontrar estas cosas y reconocerlas puede ayudarte a llevar una vida más plena y alegre.
Consigue a un compañero con quien puedas hablar acerca de las cosas por las que te sientes agradecido y que te haga responsable cada vez que te quejes de algo.
Solo porque aprendas a ser agradecido no significa que no sucederán cosas malas o que no te afectará lo que te ocurra. Simplemente te ayudará a lidiar con las cosas que pasan de una manera más sencilla sin exigir tanto tu salud mental.
Recuerda, algunas veces tendrás días malos en los que estés de mal humor y todo te desagrade. Eso está bien. No te mortifiques por no ser capaz de flotar constantemente en una burbuja de gratitud. Esa podría ser la meta, pero aún nadie la alcanzado.
Notas:
- ↑http://www.psy.miami.edu/faculty/mmccullough/gratitude/Emmons_McCullough_2003_JPSP.pdf
- ↑ http://psychcentral.com/blog/archives/2009/11/19/12-ways-to-be-thankful/
- ↑ http://www.pbs.org/thisemotionallife/blogs/secret-cure-depression
- ↑ http://www.huffingtonpost.com/fauzia-burke/gratitude-tips_b_4084278.html
- ↑ http://psychcentral.com/blog/archives/2013/12/28/6-ways-to-cultivate-gratitude/
- ↑ http://greatergood.berkeley.edu/topic/gratitude/definition
- ↑ http://greatergood.berkeley.edu/images/application_uploads/Wood-TraitAndStateLevelsGratitude.pdf
Fuente: wikihow.com