He oído que para evitar la tos por la noche, un remedio casero es partir una cebolla por la mitad y ponerla en un plato en la mesilla de noche. Pues bien, esta noche lo he hecho. Al principio seguía tosiendo, pero al cabo de un rato ha bajado la frecuencia de la tos. Pero después era el olor de la cebolla lo que me impedía dormir. Así que la he retirado y llevado a la cocina. De nuevo me he acostado y me ha atacado la tos de nuevo. Vuelta a coger la cebolla, aunque esta vez no me ha quitado la tos pero, en cambio, la olor en la habitación era impresionante. ¡¡ Menuda nochecita!!.
Así que aquí me tenéis hecha unos zorros sin haber dormido. Pero tranquilos chicos que en cuanto me recupere me pongo las pilas de nuevo que tengo pendiente apuntarme a zumba.
Ana Hidalgo