Volvemos con un tema recurrente, pero sobre el que se nos van planteando nuevos y sucesivos retos a medida que hemos comenzado a profundizar en el mismo … la Huella de Carbono asociada a los productos hortofrutícolas de Almería, no ya sólo de cara a su conocimiento y medición, sino para abordar su gestión de una manera eficaz y que finalmente aporte valor a este sector a través de la mejora en su sostenibilidad social y ambiental.
Y es que precisamente esta semana se ha vivido con especial interés la polémica suscitada a raiz del primer programa del popular cocinero Alberto Chicote, El precio de los alimentos, que precisamente comenzaba visitando la agricultura intensiva bajo plástico de Almería para analizar sus diferencias de precio respecto a los productos de otros territorios europeos. La verdad es que las referencias en torno a la incorporación de las externalidades ambientales en el precio final de los alimentos fue nula, primera decepción y sugerencia para futuras entregas, pero sin duda dentro del debate que se ha generado sobre todo a nivel local, es una excelente oportunidad para hacer ver que, cada vez con mayor impacto y repercusión, el precio de los alimentos responde a una serie de elementos que le confieren valor (en el citado programa es la conservación de la calidad, pero cada vez mas hay elementos de sostenibilidad en ese conjunto).
Para los que tengáis interés, este es el acceso al comentado reportaje. Y algunos detalles de la pataleta que ha generado …
Sin embargo, poco o nada cala en el debate generado la necesidad de aportar valor a partir de gestionar, y sobre todo comunicar eficazmente, las iniciativas en materia de sostenibilidad realizadas por el sector de la agricultura intensiva en Almería, máxime cuando parece que la responsabilidad final en muchas de ellas parece ser una pelota que pasa del agricultor a la centrales de envasado y comercialización y viceversa. Sin embargo, no hay lugar para mucho debate, las responsabilidades llegadas el momento quedan claras, por tanto es cuestión de asumirlas y querer abordarlas. Vamos a ver el ejemplo en torno a la Huella de Carbono.
Dónde se genera Huella de Carbono en la Agricultura intensiva de Almería
Es una de las particularidades, la diferenciación entre la producción, el procesado y envasado y su distribución y venta, donde pueden intervenir una sola entidad o varias, de diferentes tamaños, figuras legales y hasta ubicación.
Si tomamos como referencia Greenhouse Gas – GHG Protocol y varias de su guías, algunas de las cuales precisamente se enfocan a la actividad agrícola, tenemos que en los tres enfoques principales hay que incluir:
- Alcance A. Emisiones Directas. Son los gases de efecto invernadero emitidos de forma directa por la organización, por ejemplo por el uso de combustibles fósiles en maquinaria o vehículos propiedad de la organización, por pérdidas de gases refrigerantes, o por reacciones químicas durante los procesos productivos de la organización.
Es decir, engloba desde la calefacción que pueda usarse en invernaderos, las bombas para el abastecimiento y distribución de agua o los vehículos de transporte de las mercancías. Y en el caso de las labores de manipulado, las asociadas a la refrigeración en cámaras frigoríficas, el uso de transpaletas o torillos, …
- Alcance B. Emisiones Indirectas por Energía. Son los gases de efecto invernadero emitidos por el productor de la energía requerida por la organización. Dependen tanto de la cantidad de energía requerida por la organización como del Mix energético de la red que provee a la organización.
Aquí la definición es clara, pasa por ver cuantos puntos de abastecimiento de electricidad existen y conocer el mix energético de la empresa que suministra de electricidad.
- Alcance C: Indirectas derivadas de la cadena de valor. Son las atribuibles a los productos y servicios adquiridos por la organización, que a su vez habrán generado emisiones previamente para ser producidos. Son las más difíciles de contabilizar debido a la gran cantidad de productos y servicios utilizados por las organizaciones y a la dificultad en conocer los emisiones de estos productos o servicios si no son aportadas por el propio productor.
En este apartado si que se complica bastante el inventario, puesto que en el caso de la agricultura intensiva, se incluirían actividades como:
- Transporte de empleados, ya sea hasta las fincas como hasta las naves de manipulado y envasado.
- Ciclo de vida y tratamiento a los productos puestos a la venta. Especialmente enfocado en lo que a reutilización o reciclaje de los productos al final de su vida útil se refiere, uso de subproductos, etc.
- Viajes de Negocios relacionados con la actividad desarrollada. En el caso de las empresas distribuidoras, dependerá mucho de los canales de venta.
- Tratamiento de los residuos generados. Estrechamente relacionado con el ciclo de vida de los productos, la caracterización de los residuos que se generarán y el tratamiento que se va a dar a los mismos.
- Distribución de los productos. Se diferenciará en caso de que el transporte y la logística de distribución sea subcontratada, incorporándose a este Alcance C, o bien sea con medios propios de la organización, siendo por tanto parte del Alcance A.
Es una revisión muy somera pero … queda claro que existe cierta complejidad, sobre todo cuando hay diferentes actores dentro del reparto de tareas.
¿Quién debe asumir la gestión de la Huella de Carbono en la agricultura intensiva de Almería?
De entrada hay que señalar que tener claros los roles de cada parte implicada es imprescindible y en una agricultura tan atomizada como es la de Almería supone todo un reto para la sostenibilidad ambiental o social, primera dificultad para poder identificar las emisiones correctamente y sobre todo para asumir las responsabilidades derivadas. En una cadena de valor donde el agricultor puede tener diferentes vínculos y compromisos, incluso ninguno, con la empresa que realiza el manipulado, envasado y distribución de sus productos, unos compromisos que igualmente son cambiantes entre la empresa que hace la venta o la distribución y entrega de los productos ya envasados y la central donde se hizo ese procesado, la casuística y el reparto de competencias y responsabilidades hace que haya que estudiar caso por caso y no sea fácil elaborar recomendaciones o modelos de gestión comunes. Y todo eso, al final debe trasladarse a cualquier iniciativa que pretenda abordar algún aspecto de la sostenibilidad de esta actividad.
Por tanto, una limitación a la hora de plantearlo es la diferenciación entre el papel en la finca de producción, el proceso de manipulado y envasado y la distribución. Solo aquellas organizaciones donde existe una adecuada conexión entre los tres procesos, lo que permite asumir de manera conjunta y coordinada la gestión puesto que supone unir recopilación de información para su medición, plantear y gestionar medidas de reducción y compensación, estarían en situación de abordar propuestas en materia de estrategia y gestión de la sostenibilidad en sus procesos. Y este breve repaso del ejemplo en torno a la Huella de Carbono es igualmente extrapolable a la Huella Hídrica, donde se replican tres alcances diferentes, o la Huella Ambiental.
Por tanto, podríamos señalar la llamada “institucionalidad” representada como la elevada dispersión y superposición de roles, competencias y responsabilidades como una importante barrera a la hora de abordar iniciativas de importancia estratégica como son las de sostenibilidad, y es que siendo el liderazgo es una de las principales características de las empresas y organizaciones sostenibles, la ausencia de este pone difícil abordar esos tres pilares: gestión + estrategia + comunicación. Y también muchas otras cuestiones que quedan en evidencia ante “crisis” en torno a la imagen del sector como la que se está viviendo estos días, pues desde hace años, bastantes, se habla de la concentración del sector como una de las grandes asignaturas pendientes y retos urgentes por abordar, sin embargo no parece que se avance al ritmo deseado y necesitado y es que en este sector y para ya demasiadas cuestiones, se cumple el dicho de “unos por otros, la casa sin barrer” ¿cogerá alguien la escoba?
@tehagoeco
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