Antes de irse a dormir, procure no abusar de la luz eléctrica. Según un estudio publicado en 'The Endocrine Society's Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism', este elemento ambiental influye en los niveles de melatonina, una hormona implicada en el sueño, la tensión arterial, la termorregulación e incluso en la glucosa.
"Nuestros resultados demuestran que la exposición a una iluminación intensa antes de acostarse reduce la secrección de melatonina unos 90 minutos, en comparación con una luz tenue", concluyen los autores de la investigación, del Hospital Brigham and Women y de la facultad de Medicina de Harvard (EEUU).
Como explica Francisco Javier Puertas, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario de la Ribera (Valencia), "esta hormona empieza a aumentar en la sangre hacia el anochecer y alcanza el pico máximo unas dos horas después de quedarse dormido, momento a partir del cual los niveles comienzan a bajar". Éste sería el ritmo normal de la hormona, que puede verse alterado, como demuestran los investigadores estadounidenses, por estímulos ambientales como la luz. De hecho, añaden, "si ésta se mantiene durante las horas de sueño, la melatonina se suprime en un 50%".
Así lo corroboran las muestras de sangre de 116 voluntarios sanos entre 18 y 30 años. En el transcurso de cinco días, durante las ocho horas previas al momento de acostarse, algunos estuvieron expuestos a luz intensa y otros a un foco de iluminación más tenue. La diferencia entre ambos grupos es que en los primeros, la secrección de la melatonina comenzaba aproximadamente una hora y media más tarde.
¿Cómo influye en el organismo? Teniendo en cuenta las numerosas funciones que esta hormona tiene, a largo plazo podría "traducirse en una peor calidad del sueño y podría tener efectos en la habilidad del cuerpo para regular su temperatura, la presión sanguínea y los niveles de glucosa", afirma el principal autor del artículo, Joshua Gooley.
Como indica el doctor Puertas, "ya hay algunos estudios que, de forma individual, asocian los niveles de melatonina con el insomnio o la diabetes". De hecho, resaltan los responsables del trabajo, "la melatonina se está estudiando como posible tratamiento contra el insomnio, la hipertensión".
"Hay que preparar al organismo para desconectar e ir a dormir a través de elementos externos. Lo mejor es hacer uso de luces tenues a partir del atardecer y dormir con la mayor oscuridad posible", recomienda el neurofisiólogo.
**Publicado en "El Mundo"