La ilusión

Por Doctorcasado


La fiesta de los reyes magos es importante para los niños pequeños. Pese a que los adultos somos torpes para causar asombro, las caritas de la mañana de reyes cuando descubren sus regalos son un auténtico alegato del que deberíamos aprender importantes lecciones.
En el mundo de los adultos ya no nos asombramos por nada. Que la infanta ha estado lavando el dinero sucio del duque de Palma, no pasa nada. Que se construyen aeropuertos sin aviones, no pasa nada. Que se derogan derechos y prestaciones sociales, no pasa nada. La situación es tan kafkiana que en en ocasiones la gestión del dinero publico es tan nefasta que no es posible asombrarse más.
Esta pérdida de ilusión nos convierte en descreídos y favorece el mal humor y la desazón. Mucha gente vaga por la vida malencarada y eso al final termina minando la salud, la forma en que nos adaptamos al entorno, la manera en que nos relacionamos con nuestro cuerpo y con el medio.
Cuenta la leyenda que hace miles de años unos magos de oriente salieron de sus casas siguiendo una estrella, una luz que les llevaba fuera de lo conocido. La magia de la noche de reyes no estriba en la potencia de los regalos sino en la capacidad de buscar nuevas estrellas que nos lleven un poco más lejos. Y para ese viaje hace falta ilusión y levantar la vista del suelo.