La importancia de controlar la tensión en el embarazo ¿Por qué?

Por Smartsalus @SmartSalus

 

La hipertensión es una enfermedad que en todos los casos no se suele tener ningún síntoma que diga que está ahí, por eso le llaman la “enfermedad silenciosa”.  Cuando se sufre de ella hay que vigilar la tensión arterial siempre para evitar males mayores.

Esto aumenta en los embarazos.

Embarazo e hipertensión

En el caso de la mujer embarazada esta observación se enfatiza mucho más porque si no se controla, se puede llegar a sufrir la eclampsia (convulsiones).

Si se sufre de hipertensión antes del embarazo y se sigue manteniendo durante el mismo, cuando se de a luz, se seguirá teniendo. Esto será entonces muy controlado porque hay muchos más riesgos de tener complicaciones en el embarazo.

Sin embargo puede pasar que, antes del embarazo se esté bien y durante el mismo ocurra la hipertensión. Esto no aparece en todos los casos, sino que depende de unos factores que pueden llegar a provocarlos como la edad de la mujer al quedarse embarazada o la diabetes u obesidad, por ejemplo. En este caso, cuando se sufre la hipertensión solo durante el embarazo, se denomina hipertensión gestacional.

En la mayoría de los casos, una vez que se ha dado a luz, el cuerpo recupera su estado normal, incluido la tensión arterial.

Medir la tensión, por tanto, será uno de los puntos más importantes que se tendrán en cuenta en los diferentes controles que la mujer embarazada hará a lo largo de su gestación. La hipertensión arterial gestacional se ha convertido en una de las causas de muerte tanto de la madre como del feto en prácticamente todo el mundo. De ahí que sea muy importante el control durante todo el período que dura el embarazo, sin excepción.

¿Sabes cuáles son las cifras de la tensión?

Se ha establecido como niveles en todo el mundo, las cifras de 14/9 (140/190 mm Hg) como medidas estándar. Evidentemente se puede variar un poco, arriba o abajo según las características de las personas.

Si esta cifra baja por debajo de 9/6 se habla de hipotensión y traerá como consecuencias mareos, vómitos, náuseas… no siendo nada demasiado grave.