La importancia de viajar para la mente de los niños

Por Alimentatubienestar @alimentatubiene

Los viajes en familia con niños son las mejores experiencias para compartir juntos. Cuando elegimos el destino, hacemos la planificación y la preparación del viaje, la emoción nos invade y las expectativas aumentan a medida que se acerca la fecha de salida.

Viajar con niños conlleva un gran desafío al momento de planificar un viaje, y más cuando al momento de elegir el destino se hace tan difícil entre tantos atractivos que existen para disfrutar en familia. Sin embargo, y es bien sabido, es una gran ventana para la mente de cualquier persona, y sobre todo para los niños, la que se abre a través de los viajes. Viajar permite, ampliar los horizontes y miras, también para los más pequeños de la casa y de este modo se les ofrecerá una visión distinta y mejorada del mundo desde la infancia, sin tener que esperar a la edad adulta para descubrir, ver y aprender más allá de las propias fronteras.

¿A dónde viajar?

Cualquier viaje es bueno para mejorar la concepción del mundo que tienen los pequeños de la casa. Se puede disfrutar de lo cercano en salidas express. O embarcarse en grandes viajes que cambien por completo el paradigma y la concepción del mundo de los niños, siempre y cuando el bolsillo lo permita.

Cuando pensamos en niños, siempre imaginamos lugares de ensueño y que tengan un atractivo para ellos y, definitivamente, el agua es uno de sus favoritos. Un ejemplo lejano y una recomendación pero que sin duda merece la pena, se sitúa en la otra parte del globo y ofrece mar, ríos, cascadas, montaña, deportes de todo tipo, ecología, fauna, flora y todo en un entorno muy seguro y con una sanidad bastante respetable para encontrarse donde se encuentra. Es uno de los lugares más deseados para disfrutar de las más hermosas playas del mundo como es la Polinesia, que conocerás mejor por algunas de sus islas como Bora Bora, en la Polinesia Francesa. Aquí los niños podrán disfrutar al máximo de la naturaleza junto a playas cristalinas y apacibles. Será, sin duda, la mejor experiencia para toda la familia y no solo para recién casados.

Quien haya tenido la suerte de visitar aquellas regiones del globo, habrá podido percibir las grandes diferencias existentes con occidente. Sin ir mas lejos, y quizá las más relevante, es la paz con la que viven sus ciudadanos. El saludo, las buenas maneras y las sonrisas son el común denominador de las islas en cualquier momento. Es por ello que Polinesia Francesa es una de las regiones donde sus habitantes son los más felices del mundo. Quizá sea esto algo importante que mostrar a los niños. Una opción diferente al estrés y la ansiedad occidentales.

En caso de que te decidas a realizar un viaje semejante

Hay que tomar ciertas previsiones para viajar con niños en trayectos muy largos, como es el caso de un viaje a Bora Bora o cualquier región próxima. Por ello te recomendamos seguir los siguientes consejos para que el viaje sea más placentero.

Llevar un Botiquín con medicamentos es de suma importancia para cualquier imprevisto durante el viaje. Entre otros, no podemos olvidar incluir medicamentos para las náuseas y los oídos, ya que la altitud puede crear malestar en los niños. Es importante destacar, que al menos en las islas pertenecientes a la Polinesia Francesa, no es necesario vacunarse. Es más, quizá la vacuna para nosotros sean ellos.

También se recomienda para el viaje, incluir artículos de entretenimiento en el bolso de mano, una vez allí la vida natural será suficiente sustitutivo para ellos. Dependiendo de la edad, puedes llevar libros para colorear, colores, cuentos, juguetes o peluches pequeños que no ocupen mucho espacio y, sin duda, no pueden faltar los juegos electrónicos, sin olvidar los audífonos para que puedan disfrutarlos sin molestar a los demás. Todos estos entretenimientos artificiales pasarán a un segundo plano cuando la naturaleza lo permita a la llegada.

Por finalizar, es indiferente el destino, Polinesia era solo un ejemplo. Sin embargo, cabe destacar que visitar un sitio que aporte valores más allá simplemente de la pura estética de las grandes ciudades o parques temáticos, puede ser un punto de inicio para un crecimiento como personas maravilloso.