"No hemos terminado con los frenos. El mayor problema que tenemos es la inconsistencia. A veces tenemos unos frenos con los que los pilotos están contentos, y después ponemos otro con el que no están 100% cómodos y perdemos mucho tiempo. No sólo el tiempo de sustituir la pieza, sino el que se pierde por la confianza de los pilotos en pista. Y, cuando cambiamos el conjunto de frenos, el piloto debe mentalizarse de que los frenos son de fiar. Y en ese aspecto, no hemos terminado con ellos todavía", explica Steiner a Autosport.
A estas alturas, Haas está todavía decidiéndose entre Brembo y Carbon Industries. Éstas son las dos marcas que proveen a la F1 de discos de freno, y en 2016 el equipo americano empezó con Brembo. A final de temporada, conforme afloraban los problemas, los americanos decidieron probar en Brasil los discos de Carbon Industries, pero no sacaron datos concluyentes de qué marca era la más consistente para su monoplaza. En 2017 siguen probando los discos de la marca alemana, pero siguen sin tener un resultado concluyente a gusto de los pilotos.
"No los hemos probado lo suficiente para saber si son consistentes o no. Ya hicimos una prueba el año pasado, pero no hemos sacado nada en claro. Necesitamos probarlos para este año, porque vamos con retraso a la hora de elegir marca y tenemos que fabricar cubiertas más anchas porque los discos este año son más anchos, y no los tenemos aún. Los probaremos, simplemente no sabemos cuándo los tendremos", finaliza el italiano.