Llevo más de un año sin entrar por aquí. Bueno, mejor dicho, sin escribir por aquí (he entrado de vez en cuando a borrar comentarios spam). Miro la pantalla, con el post en blanco, el mismo formato de hace más de 15 años cuando comenzamos por estos lares... y sigo teniendo algo de vértigo.
El blog fue siempre para mí una manera de contar mis cosas... para mí. Por eso casi siempre dejaba mis locuras personales, lo liado que andaba, lo que había hecho, a veces incluso mis sentimientos. Algo distinto a lo que es una web de contenidos científicos serios y secos y punto. Quiero dar información, aprendo mientras la escribo, pero a la vez soy un ser humano detrás de los "fríos" datos.
Ahora me encuentro esperando a que el otro ordenador procese parte de la clase virtual que estoy preparando hoy para la Universidad (¡cómo me gustaría poder compartirla con todo el curre que me está suponiendo!). Hoy tocan los planetas jovianos, me he grabado casi hora y media, que tengo que dejar en una horita exacta como mucho. Ahí voy. Me ha hecho particular ilusión narrar de nuevo el descenso de la Huygens sobre Titán en enero de 2005, algo que conté por aquí en su momento. Qué tiempos. En la soledad de mi despacho (el "corralín") del Instituto de Astrofísica de Canarias, creo que era un sábado o domingo por la noche, yo solo (no tenía internet en casa), esperando a que NASA actualizase las imágenes que llegaban desde el sistema de Saturno, y conversando de forma virtual con Víctor Ruíz... ¿Cómo habría vivido esos tiempos ahora, con TikTok, Instagram, Facebook, Twitter, y la polarización preocupante que sigue creciendo en la sociedad?
También he dicho muchas veces que las redes sociales y los blogs son cosas distintas. He insistido mucho por aquí. Facebook me hundió el blog: en el momento que vi que no había comentarios (la gente estaba ya chateando en Facebook) dejé de tener motivación extra para escribir. Durante varios años pensé que Twitter era más o menos lo mismo, no lo probé hasta tarde. De Instagram y TikTok no hablo...
Todo es tan rápido en las redes sociales, da tan poco para pensar y reflexionar.
Y además, ¡la información se pierde!
Sí, hay herramientas que permiten encontrar cosas, pero son complicadas y difíciles de manejar. ¿Dónde está ese tuit tan sagaz que escribí hace 3 años sobre ese tema? ¿El enlace a ese artículo súper interesante que vi que alguien compartió?... Pues eso. Donde se ponga una herramienta como un blog, donde la información queda registrada de forma ordenada, que se quiten las redes sociales. ¿Cuántas, cuántas veces para buscar algo simplemente he ido aquí y escrito en el navegador "buscar: palabra clave" y en segundos tenía lo que estaba buscando? Ejemplo: el post sobre la Huygens llegando a Titán que he enlazado arriba.
Y, ¿a qué viene todo esto hoy?, te preguntarás. Bueno, esta mañana me desperté con la noticia de que no uno sino dos de los blogs de divulgación científica de referencia en español cerraban: el de Aberrón (Antonio Martínez Ron) "Fogonazos" y el de Nahúm Méndez "Un geólogo en apuros". Y yo mismo he dicho en Twitter que esto no podría ser, que hay que reivindicar los blogs más que nunca. Que quizá no se usen por mucho tiempo (mírese mi caso), pero que la opción siempre está ahí.
La divulgación científica y el acercamiento de los científicos a la sociedad es más importante que nunca en estos tiempos convulsos que vivimos. Los blogs son una herramienta más, e insisto que me parece de las más idóneas para ello. Sólo es escribir. No hacer un vídeo gracioso o muy currado, o incluso pasar por el mal trago de grabarte la voz y explicar en una tertulia un tema más o menos complejo.
Blogs científicos de calidad y de referencia en español tenemos unos cuantos. Sin desmerecer a ninguno de los muchos que sigo quiero recalcar aquí mis dos favoritos, el de los maestros Daniel Marín (Eureka) y Francis Villatoro (La Ciencia de la Mula Francis), ambos en la red de blogs de Naukas. También he dicho por aquí en muchas ocasiones que mi "sueño" sería ser capaz, como ellos, de sacar una historia cada día o así.
Pero por supuesto existen muchos más blogs en el mundo virtual con una información más rica que la que se verte en redes sociales. Y, no, no me valen los hilos de Twitter... los hilos de Twitter deberían ser en muchas ocasiones historias de un blog (en mi humilde y posiblemente sesgada opinión).
En fin, lo he dicho otras veces. Escribiré poco o casi nada, con lo que me gusta, por las circunstancias. Pero yo mi blog no lo cierro. Seguiré aquí hasta el final.
Aunque sólo saque una historia por año y, más que de ciencia o astronomía, sea algo personal.